Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca.
Oaxaca de Juárez. “Creo que a pesar de la cantidad de miradas que han pasado por el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo en sus veinte años de existencia, hay una constante que se repite en el estilo de cada uno”.
El fotoperiodista Juan Carlos Reyes está en la fiesta del 20 aniversario del CFMAB, con otras cuatrocientas personas que también están celebrando lo mismo. Es el 17 de septiembre del 2016 y Reyes remarca que hay un vaso comunicante en las y los fotógrafos que aquí se han hecho
“El Fotográfico ha vuelto la mirada de cada uno un acto consiente, de las mejores enseñanzas que hemos tenido los que hemos pasado por él ha sido ha sido el aprender a mirar y el poder aportar desde lo propio. El contribuir con esta mirada a este mundo de imágenes que nos rodea”.
El mismo que fotografió al Subcomandante Marcos en 1994 en el corazón de la selva chiapaneca asegura que el aprendizaje de pensar la imagen y de mirarla de manera distinta, única dentro lo único que comprenden los ojos de quien la mira, ha sido lo que ha permeado en dos décadas de vivir y enraizar fotografía en el Fotografico.
Adriana Chávez, actual directora del CFMAB apunta “hay un montón de personas para las que el Centro ha sido importantísimo en su formación como fotógrafos, más que otras universidades o escuelas”.
“Porque tiene otra esencia. La biblioteca, las colecciones, todo esto crea el estado perfecto para que te hagas un fotógrafo. El Centro vivió esa transformación de lo analógico a lo digital y sigue vigente ofreciendo una educación integral a los fotógrafos”.
Javier León Cuevas está de acuerdo. Fotógrafo con tres años de trabajo en el CFMAB, donde ha desarrollado talleres lo mismo en el CEDART, que a nivel nacional fue el primer taller de fotografía que se dio dentro de una preparatoria de artes, hasta un taller de Nuevas narrativas desarrollada en la Sierra Norte con la comunidad de Rosario Temextitlan, con cuatro generaciones de niñas y niños salidos de sus imágenes.
“El CFMAB para mí fue el gran inicio” dice Cuevas, recuerda que fue el incombustible fotógrafo y laboratorista Fausto Nahúm Sánchez (símbolo “álvarezbraviano” donde los haya) el que lo preparó para su examen para entrar a la licenciatura en fotografía en laUniversidad Veracruzana. Prueba que al final pasó.
“He estado en otras escuelas y universidades aprendiendo y enseñando fotografía, pero no se siente la misma energía ni pasan las mismas cosas que este lugar”
“El Álvarez Bravo ha sido el motivo porque el que mucha gente en Oaxaca se ha animado a estudiar fotografía como una carrera universitaria” confirma Domingo Valdivieso, director del lugar del 2004 al 2006.
El también exdirector de la Fototeca de Monterrey explica que el CFMAB ha estado vigente desde hace veinte años, con una labor de trabajo muy importante de todas y todos los que han pasado por sus laboratorios, oficinas y salas de exposición y enseñanza.
“El Álvarez Bravo sigue siendo como desde su fundación una referencia en el resto del país. Este veinte aniversario no es solamente una celebración para Oaxaca o los fotógrafos que están en Oaxaca, es una celebración para la fotografía a nivel nacional”.
Domingo, profesor universitario que siempre sostuvo que las miradas fotográficas son únicas y permanentes, recuerda que la primera de directora del CFMAB fue María Isabel Grañen Porrúa, quien el año 1996 de su fundación también era directora del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO)
Valdivieso explica que su paso como director fue un reto único. “Yo estaba en el Centro desde su fundación, fui uno de los que creo el cuarto oscuro. El nombramiento me agarró en un buen momento, fue crucial para los retos que vinieron después tanto a nivel profesional como personal”.
Domingo recuerda que le tocó mover la sede del Fotografico de la Murguía a la calle M. Bravo , en el centro histórico de la Ciudad de Oaxaca, las dos casas propiedad del fundador del CFMAB y piedra de toque de todo este polifónico recuento, Francisco Benjamín López Toledo.
“Antes del Centro para los fotógrafos que no estábamos en el centro del país lo más importante era estar atentos a lo que pasaba en el Centro de la Imagen.Ahora pasa lo mismo pero con el Álvarez Bravo, la gente en Monterrey, en Veracruz mira lo que está pasando aquí y se lamentan de que no pase lo mismo en sus ciudades”.
“Muchos lugares del país que no tienen un Centro Fotografico, un lugar donde se pueda realizar la fotografía, voltean a ver a este lugar como un ejemplo y un lugar al que quisieran aspirar”.
Valdivieso formó en 1995 junto con Juan Carlos Reyes, Cecilia Salcedo, Vittorio D Onofri, Mauricio Mendoza, Lourdes Sosa, Jesús Márquez, Félix Reyes y otro extenso grupo de fotógrafos y fotógrafas, el colectivo Luz 96, roca filosofal de la formación de loque hoy a veinte años, todas y todoscontinuamos celebrando.
“En el 95 empieza a haber un acercamiento ente fotógrafos enOaxaca, los que venían de fuera y los que eran de aquí, en las que se amalgamaron dos ideas y dos tipos de visión”.
Recuerda Reyes, señala que poco a poco se fue construyendo un espacio donde tuvieran cabida distintas expresiones y se incentivara un sentido de apoyo mutuo entre fotógrafos
Se dieron entonces talleres,exposiciones, participaciones en Fotoseptiembre. Actividades que al final pudieron concluir en una charla con el pintor y caudillo cultural Francisco Toledo en el que se acordó lograr la creación de un espacio dedicado exclusivamente a amar, aprender y sudar fotografía.
“El Álvarez Bravo es hoy uno de los lugares a nivel Latinoamérica más importantes a nivel fotografía”, señala Reyes sin dudarlo, apunta que “fotógrafos de calidad mundialestuvieron en el Centro, en vivo. Como Josef Koudelka, Cristina García Rodero, Mary Ellen Mark, Joan Fontcuberta y Graciela Iturbide”.
“Fotógrafos y fotógrafas quedifícilmente ibas a conocer en algún momento, pasaron por Oaxaca. Sin la existencia del Centro yo en lo personalno hubiera tenido la oportunidad de abrevar del conocimiento de maestros realmente grandes”.
“La mirada que yo pueda o no tener hoy en día en mi fotografía ha sido producto de todas esas miradas , de conocer estilos ,ideas, formas de mirar y de razonar la mirada”.
El hoy fotoperiodista de El Universal, dice emocionado que estos veinte años son “un logro impresionante”.
“El que un centro de cultura dedicado a la fotografía se mantenga después detanto tiempo es un logro no solamente de su fundador e impulsor, Francisco Toledo, sino de quienes lo han nutrido ymantenido con la premisa que lo definió desde su misma fundación. El mantenerlo vivo, en movimiento”.
“Que los fotógrafos tuvieran una formación todo el tiempo, que losfotógrafos llenaran las salas de exposición, que los fotógrafos acudieran a talleres”.
Considera que la idea de Luz 96 siguevigente veinte años después. “Hay muchos chavos que siguen con esa ideade colectividad, haciendo cosas”.
“Aquí todo te nutre, todo te reta y te hace reflexionar”. Comenta el fotógrafo Jaciel B. Cruz, quien en un principio no queríahablar del veinte aniversario, pero que en el fondo le apretaba el buche por hacerlo.
“El CFMAB es un hijo de FranciscoToledo que finalmente ya llegó a la juventud, en plena forma, aunque claro que siempre habrá retos y metas que alcanzar”.
Sobre como influyó el Centro en su formación, Jaciel la pone fácil. “Desde un inicio, sin el Centro Fotográficohubiera sido muy difícil para mí haber estudiado fotografía, ser fotógrafo. Y mira que ya tengo quince años en la foto”.
“Aquí llegue preguntando, a través de un cartel vi que había cursos y me vine aver como estaba la cosa. Acá llegan gente de todas las edades, de todos los estratos sociales, de todas lasideologías, de todos los gustos fotográficos”
Cruz considera que encontrarse con esa diversidad y relacionarte con ella es unasunto increíble.
“Conoces gente que ya son maestros de la fotografía, pero también gente que está iniciando, y todos te ayudan, incluso a reencontrarte con esa frescura que siempre vas a necesitar al momento de tomar una fotografía”.
Alba Miranda Sederlin, articulista, psiquiatra, catedrática, espíritu vivo, y colaboradora del proyecto Colección en vivo que en su veinte aniversario puebla las paredes del CFMAB, bajo un ejercicio curatorial dirigido por el maestro Armando Castellanos, informa:
“En diez meses de trabajo se investigó el archivo Toledo- INBA (antes José F Gómez). Hay más de diez mil fotografías”
“Nuestra idea era que la gente viera lo que hay en esa colección. Con ejes temáticos muy bien definidos, donde en cada uno hay tres autores, confotografías en las que incluso no aparece el autor pero son importantes por el momento histórico en el que se tomaron”.
Sederlin apunta a que la sola existencia del CFMAB es un regalo para todos y todas los que les gusta la fotografía y la miran como un punto y aparte en las Bellas Artes.
Comenta sobre su experiencia de enseñanza y trabajo con la reputada Joan Liftin, editora y fotógrafa, quien le definió que “la fotografía es única porque necesita de la realidad, porque esta es su materia prima, porque nos conecta y nos muestra lo que somos”.
“La vida son momentos, y la fotografíacaptura esos momentos y los vuelvemás grandes, es así de fácil”. Comentapor su parte la actual directora del CFMAB a la pregunta de ¿porque lafotografía necesita un Centro?
“Estamos creando visitas guiadas, trayendo más escuelas”, apunta Adriana Chávez sobre el futuro. Queremos que elpúblico en general se apropie del espacio. Estamos haciendo textos más sencillos, no tan especializados, para que acompañen las muestras”.
“Que el espacio sea de la apropiación no solo por los que ya pasamos y estamos acá, sino por todos los que están por venir, y que toda está gente que está entrando, lo continúen”. ´
Por su lado Domingo Valdivieso señala que el Álvarez Bravo se está transformando hoy con las nuevas visones de las nuevas generaciones,aportando desde su fundación una muy importante cuota de fotógrafos a nivel nacional
“Todos los que hemos pasado por el Álvarez Bravo y la formación que nos ha dado debemos apoyar a quien está al frente ahorita. Para seguir impulsando lo que está sucediendo, si lo hacemos, seguro habrá otros veinte años”.
Javier León Cuevas refuerza lo dicho por Valdivieso. “Adriana Chávez está haciendo un papel increíble, sabe lo que el Centro significa para todos nosotros,de acá salió
“Toda esta muy bien estructurado, muy lleno de vida, vienen otros veinte años del Fotografico, sino iguales, si mucho más cabrones”.
En ese momento Juan Carlos Reyes sale por la puerta del CFMAB para seguir echando la fiesta, Cuevas lo mira y lo prende con un abrazo del oso.
“Este cabrón es el culpable de todo lo que hice, el que me dijo, tú tienes que mandar este portafolios y quede en la Universidad Veracruzana, y quede gracias a este apoyo y estas ganas”.
Reyes está a punto de echar la lágrima, pero como tipo rudo que es, se resiste también. Javier prosigue.
“Esto no lo encuentras ni en Xalapa ni enningún otro lado” Se le pregunta a Reyes si ve venir otros veinte años de Álvarez Bravo
“Esperemos que sean veinte, cincuenta, los que se puedan. Y los que podamos festejar y aguantar”.
Reyes quiere fiesta, por su parte la actual directora Chávez define que “será veinte y los que vengan. Hoy todos estamos muy contentos”.
“Facilísimo”, responde Alba Sederlin sobre la misma pregunta. Apunta que hay cuerpo para aguantarlo y para volverlo mas grande.
Jaciel B. Cruz por su parte reafirma lo dicho por la actual directora. “La verdad es como ese sentimiento de formar parte de algo y que este algo cada vez se vuelva más grande y mejor. Hoy todos nos sentimos muy bien, hasta tú”.
Cruz agarra fuera de base al reportero, quien la verdad si se siente muy contento, aunque no haya alcanzado ni bocadillos ni mezcales.
Dentro de este veinte aniversario de CFMAB vale destacar el trascendente papel de algunas personalidades a las que no se pudo entrevistar para este polifónico recuento de aniversario, pero que seguramente de haberlo hecho hubieran salido tres recuentos más.
Sara López Ellitsgaard, Regina Mejía, Jorge Acevedo, Guillermo Fricke, José Ángel Santiago, el todo terreno Daniel Brena y la fotógrafa Cecilia Salcedo (conquien prácticamente arrancó el CFMABcuando entró a dirigirlo en 1997, manteniéndose casi nueve años al frente con una riqueza de mirasimperturbable y cuya sola entrevista daría para una nota aparte).
Además de fotógrafas y fotógrafos que conocieron en el CFMAB el principio de la búsqueda su propia trascendencia como Eva Alicia Lepiz, Bertha Cervantes, Jorge Santiago, Baldomero Robles, Paola Dávila, Guadalupe Romo, Karina Juárez, Jalil Olmedo y un sinfín de fotoperiodistas, fotógrafos y fotógrafas que no por mencionar sus nombres dejaran de reclamar su lugar en esta historia.
Historia que a veinte años de haber dado comienzo parece seguirse construyendo, dispuesta a revelar por si sola los viejos y nuevos negativos de su propio legado.
Que a este paso, no terminara nunca.¡Viva el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo!