En cinco años del gobierno democrático de Gabino Cué Monteagudo, se han realizado dos importantes reformas a la Constitución Política del Estado de Oaxaca, modificando diversos lineamientos jurídicos encaminados a armonizarla con las Leyes Nacionales, a fin de estar a la vanguardia en el proceso de transformación y evolución constitucional que impera en la República, a través de un ejercicio de innovación jurídica que reconoce y respeta las particularidades y la diversidad de Oaxaca.
Bajo esta premisa, el Jefe del Poder Ejecutivo Estatal externó que desde el primer día que asumió la honrosa responsabilidad de conducir los destinos del Estado, su administración sentó las bases para hacer realidad una nueva etapa socio-política, que pusiera en el centro de atención a la ciudadanía y contribuyera a consolidar la gobernabilidad, la democracia y la paz social en la entidad, con lo cual, Oaxaca avanza con paso firme hacia la ruta del cambio.
El primer paquete de reformas a la Constitución Política del Estado de Oaxaca, aprobado por el Congreso del Estado el 6 de abril del año 2011, modificó 33 artículos constitucionales que desde el año de 1922 no se había realizado, lo que permitió a la entidad contar con un renovado marco legal e institucional, para actuar con mayor eficiencia que ofreciera a la sociedad resultados palpables.
Asimismo, el segundo paquete de reformas a la Carta Magna, presentado el 17 de marzo de 2015 y aprobado por el Poder Legislativo el 30 de junio de ese año, tuvo como objetivo emprender un proceso de armonización con los nuevos ordenamientos jurídicos en materia de Derechos Humanos, Transparencia y Acceso a la Información, Política Electoral, Procuración de Justicia y Combate a la Corrupción.
Las Reformas a la Carta Magna permitieron garantizar el equilibrio, autonomía y coordinación entre los Poderes, la creación de organismos autónomos, la participación ciudadana, priorizar la austeridad, gasto eficiente y profesionalización, así como el fortalecimiento del Poder Judicial, encaminados a ser un gobierno transparente y democrático.
En este sentido, se incorporó al marco jurídico estatal figuras como el plebiscito, el cabildo abierto, la audiencia pública, el referéndum, la consulta popular, la iniciativa preferente, la reconducción presupuestal, además de la revocación del mandato, que se convirtieron en obligaciones constitucionales que deberá cumplir el gobernante en turno y permitir que la voz del pueblo valide la estructura institucional.
Asimismo, con el fin único de garantizar y fortalecer la democracia y la transparencia gubernamental, se estableció la ratificación de los Secretarios del Gabinete Legal del Poder Ejecutivo por parte del Congreso local; así como la creación de organismos autónomos, como la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana y Comisión Estatal de Acceso a la Información Pública.
De igual forma, a fin de mantener las finanzas públicas sanas e impulsar el crecimiento de Oaxaca, se emprendió una reconducción presupuestal para reorientar y adecuar el marco presupuestario, así como en el ejercicio del gasto público.
Cué Monteagudo refirió que las Reformas a la Carta Magna –realizados en 2011 y 2015, sin precedente en la democracia mexicana -tuvieron como fin único contar con nuevos mecanismos institucionales que permitan a los poderes públicos cumplir con su obligación de cuidar y velar por la seguridad y bienestar de todos los ciudadanos, dar respuesta a las demandas de una sociedad que reclama vivir en armonía, libertad, justicia, igualdad y confianza.
“Los intensos procesos de transformación que vivimos, exigen a la sociedad y a este Gobierno, seguir trabajando por las mejores causas de Oaxaca y de la República, adaptando los postulados de nuestra Constitución a las nuevas realidades de nuestro estado, de la Nación y el mundo”, afirmó el mandatario oaxaqueño.
En este sentido, el Gobernador Gabino Cué destacó la colaboración de los Poderes del Estado y los órganos autónomos que han sido fundamental para desterrar autoritarismos, prácticas antidemocráticas, falta de transparencia y rendición de cuentas, a una administración que ahora ocupa las primeras posiciones en buenas prácticas de gobierno a nivel nacional.
“El Oaxaca que vamos a dejar estará regido por la gobernabilidad, paz, con un tejido social fortalecido, pero sobre todo, un estado confiable para la inversión, garantista de los respetos humanos y con un notable avance en materia de desarrollo social”, aseveró el gobernador.