La Jornada.
Ciudad de México. El anuncio de la construcción de 36 nuevas centrales de generación solar, eólica y geotérmica en el país, durante los próximos tres años, representa, en los hechos, la pretensión de avanzar en la invasión y despojo de tierras y territorios, principalmente de pueblos y comunidades campesinas e indígenas, en complicidad entre los consorcios internacionales y el gobierno mexicano.
Diversas organizaciones de derechos humanos, grupos académicos, colectivos y movimientos de resistencia indígena y de pueblos originarios de Oaxaca y Yucatán denunciaron la actuación de la Secretaría de Energía y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el impulso de los megaproyectos de energías limpias que, como en otros casos, han violado, de entrada, las disposiciones constitucionales de consulta previa e informada a las comunidades y pueblos donde se pretende asentar dichos proyectos.
Reunidos en la Ciudad de México para fortalecer su articulación y denunciar al gobierno federal, que este miércoles anunció a los ganadores de la segunda subasta eléctrica de largo plazo, las organizaciones del Istmo de Tehuatepec, Oaxaca, y Yucatán –las dos regiones con mayor concentración de proyectos de energías renovables– advirtieron que los pueblos y comunidades permanecerán en resistencia frente a estos proyectos de muerte, invasión y despojo.
Marcelino Nolasco, de la Articulación de Pueblos Originarios del Istmo Oaxaqueño en Defensa del Territorio, y Pedro Uc Be, poeta maya y activo opositor a los parques eólicos en Yucatán, denunciaron que la imposición de estos proyectos ha sido la constante en esta práctica de despojo disfrazada de desarrollo. Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, y Yucatán, son las dos regiones con mayor concentración de proyectos de energía renovable.
Entrevistado en el Centro de Derechos Miguel Agustín Pro Juárez, ambos dirigentes advirtieron que ante los constantes engaño y mentiras del gobierno y de los empresarios, de realizar evaluaciones de impacto ambiental y convocar a una verdadera consulta previa e informada entre las poblaciones, ahora muchas de estas comunidades y pueblos rechazan abiertamente cualquiera de estas opciones, pues con ellas sólo se pretende convalidar la imposición del proyecto.
Nolasco se refirió de manera directa al anuncio que este miércoles hizo el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, respecto de la subasta eléctrica y la reunión que este día sostendrán con los inversionistas. Nosotros no fuimos convocados ni invitados, pero tampoco consultados en estos proyectos en que los únicos beneficiados son los capitales, señaló.
Entre los proyectos que se pretende desarrollar en esta segunda subasta está el llamado Gunaa Sicarú, parque eólico de 252 megavatios que la empresa Eólica de Oaxaca pretende construir en tierras ilegalmente privatizadas de los bienes comunales de Juchitán, en el Istmo de Tehuantepec, contradiciendo las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Derechos Humanos y Empresas de la ONU, tras su reciente visita a México.
En tanto, Pedro Uc Be, conocido en el medio intelectual maya como Lázaro Kan Ek, denunció la enorme opacidad oficial que existe en torno a la construcción de estos proyectos, además de que ninguno de ellos contempla los impactos sociales y culturales que causan en las pueblos, y en su relación con la naturaleza.