El Economista.
Ciudad de México. El pueblo mexicano no es corrupto por naturaleza, sino su clase política es la que se encuentra corrompida, reprochó Andrés Manuel López Obrador a Enrique Peña Nieto, luego que el presidente aludiera en días atrás que la corrupción en México es una cuestión cultural.
Hace unos días, el presidente se refirió durante una conferencia que en México se intenta desterrar a la corrupción, pero la manera en que se expresó generó molestias entre varios sectores de la sociedad:
“…La corrupción lo está en todos los órdenes de la sociedad y en todos los ámbitos. No hay alguien que pueda atreverse a arrojar la primera piedra, todos somos parte de un modelo que hoy estamos desterrando y deseando cambiar, para beneficio de una sociedad que es más exigente y que se impone nuevos paradigmas”, dijo el presidente hace dos días al inaugurar la Semana Nacional de Transparencia 2016.
Hoy, por la mañana, el virtual candidato presidencial de Morena, dijo entrevista radial que el presidente erró al lanzar ese tipo de comentarios, además de que deja entrever que sufre algún tipo de depresión.
“Muy lamentable que haya dicho que quien esté libre de corrupción que tire la primera piedra… Con todo respeto, el presidente debe estar enfermo; debe tener una profunda depresión. Lo estoy viendo físicamente mal; está en una situación donde ya no reflexiona las cosas, no las piensa. Yo aventuro que podría encontrarse enfermo”, dijo López Obrador a Radio Fórmula.
“Todavía hay una gran reserva de valores morales y culturales. El pueblo de México es un pueblo honesto; la corrupción se da de arriba para abajo. La corrupción no es un asunto cultural”, explicó el político tabasqueño.
Andrés Manuel López Obrador, desde su gira por Nayarit, informó además que entre el martes y miércoles presentará una demanda en contra del diario estadounidense Wall Street Journal por difamación, luego que el rotativo sostuvo que el ex perredista ocultó la propiedad de dos departamentos en su declaración de bienes, pero que López Obrador demostrará que tales fueron heredados a sus hijos.
“Quiero ver qué tan influyentes son y cómo, si cometen un delito, ellos actúan. No deben proceder de esa forma; debe ser cuidadosos, actuar con ética. No les importó verificar antecedentes, no investigaron. Se sienten superiores; se creen dueños de la verdad en el mundo. No es un asunto menor que ellos pongan en tela de juicio mi honorabilidad y mi honestidad, que es lo más importante en mi vida”.
