Oaxaca rescata su historia dentro del Archivo Histórico

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El Economista.

Oaxaca de Juárez.  “Yo siempre que lo veía, le decía al gobernador (Gabino Cué) que fuera a ver en qué condiciones deplorables y vergonzosas estaba el Archivo Histórico de Oaxaca, uno de los más importantes de México; de verdad que te daban ganas de llorar.

Pero afortunadamente nos hizo caso: fue y pudimos hacer el milagro de salvarlo”, relató en entrevista con El Economista la doctora María Isabel Grañén Porrúa, directora de la Fundación Harp Helú.

Las autoridades rescataron el Archivo Histórico de Oaxaca y construyeron un edificio para resguardarlo en el Parque Las Canteras (que también se rehabilitó), con una inversión global de 650 millones de pesos aportados por la Federación, el gobierno del estado y la Fundación Alfredo Harp Helú.

 “Una filial de la fundación es Adabi de México, una asociación civil de Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, y así empezamos al rescate de los documentos; se limpió hoja por hoja, se fumigó, se catalogó y fue un trabajo titánico de 45 personas que ya entregamos a las autoridades”, explicó.

 Para resguardar el Archivo Histórico de Oaxaca, se diseñó un edificio con instalaciones adecuadas que incluyen bóvedas y laboratorios de restauración y conservación especializados que se inaugurará en noviembre.

 “Se construyó en Las Canteras, de ahí salió la piedra para construir Oaxaca, la cantera verde. Y el proyecto, que incluye un parque, busca potencializar un polo de la ciudad que sin duda es muy necesario, pues llevará cultura, deporte, historia y muchas actividades para la comunidad, que tiene que hacer el espacio suyo”, opinó.

El archivo se construye de cinco fondos que cubren un periodo del siglo XIX y XX: Hacienda, Gobierno, Justicia, Milicia y Registro Civil, que suman un total de 2,927.72 metros lineales de documentación.

“Queremos que la gente sepa lo importante que es salvar la memoria histórica de Oaxaca y estoy segura que esto va a ser un parteaguas para todo el país y un ejemplo a seguir”, dijo.   Fueron muchos meses de limpiar y catalogar los documentos importantes de personajes como Porfirio Díaz, Morelos o Benito Juárez, entre muchos otros materiales valiosos.

 “Fue un trabajo titánico y esperanzador que además se da en un momento tan difícil para Oaxaca. Para mí, es la obra más importante de esta administración y de verdad que estamos muy contentos con todo lo que se ha logrado”, explicó la directora de la Fundación Harp Helú.

 “No pedimos… Al contrario: damos y actuamos”, dijo.   La Fundación Harp Helú invierte millones de pesos en múltiples proyectos relacionados con la cultura, el deporte y la educación y fue fundada por el empresario Alfredo Harp Helú en 1994.

Uno de sus logros más recientes fue el rescate de San Pablo, en Oaxaca, donde se invirtieron 186 millones de pesos; hoy es un espacio dedicado a la cultura y las artes.

“Los proyectos que impulsamos cada vez están más consolidados porque no sólo es abrirlos e inaugurarlos; hay que mantenerlos y darles vida. Y creo que el fruto de tanto trabajo es la aceptación de parte de la ciudadanía que hacen suyos todos los proyectos”, indicó la doctora María Isabel Grañén Porrúa, directora de la Fundación Harp Helú.

 Otro de sus proyectos es el rescate y restauración del patrimonio en comunidades alejadas, para el que cuentan con el apoyo de la Secretaria de Cultura.

 “Hemos llegado como a 50 comunidades que tienen un patrimonio impresionante: templos, retablos… Lo malo es que se están desmoronando, pero existe un programa de la Secretaría de Cultura para rescatar toda esa riqueza donde la comunidad es parte de todo esto”, dijo.   Sin embargo, el programa de rescate y conservación del patrimonio ha sufrido recortes económicos, pero Isabel Grañén aseguró que le pidió a Rafael Tovar y de Teresa, secretario de Cultura, no hacerlo.

  “Este año queremos entrar a 30 comunidades, pero hubo un recorte de presupuesto, aunque ya hablamos con Rafael y le dije que ‘no podría parar esto’.

Tenemos que ir a las comunidades, salir de nuestras oficinas y llegar a todos estos lugares y, afortunadamente, va a revisar el tema”.   El Museo de Filatelia, San Pablo o la Biblioteca Infantil en Oaxaca son sólo algunos de los espacios apoyados por la fundación que además tienen infinidad de actividades más.

  “Vamos abrir dos bibliotecas infantiles más en Oaxaca y seguimos con los proyectos de promoción de la lectura; llevamos libros a diferentes comunidades y formamos promotores que van a leer a diferentes espacios, entre muchas otras cosas”, explicó la entrevistada.

 “Nosotros no tenemos interés personal, estamos entregados y trabajando en serio por este país. Es muy gratificante trabajar en la fundación y ver los resultados, como el otro día cuando vi a cinco niños muy emocionados en la biblioteca, cuando llegue a la casa, le dije a Alfredo: ‘Cuando veo a la gente feliz y emocionada eso hace que todo valga la pena’, porque nosotros, lejos de que pedimos, damos y actuamos”, finalizó Grañén Porrúa.