Triunfalismo muerto en la última sesión ordinaria de la 62 legislatura

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Por Rodrigo Islas Brito

Jesús López Rodríguez está que contagia emoción en la última sesión de la vida cameral de la 62 legislatura oaxaqueña. Es ya el final y el coordinador de la  bancada perredista habla en tribuna de como la fracción a su cargo ”generó una sinergia de trabajo participativa y responsable.”

“Con diagnostico social y análisis, en una legislación progresista a través de iniciativas legales y acuerdos parlamentarios que aseguraran la autonomía, eficacia y objetividad del poder legislativo”.

Chucho habla de equilibrio de poderes, de que para dotar de mejores bases a la naciente democracia del gobierno estatal esta 62 legislatura cimentó “gobernabilidad, desarrollo social y cultural  en  las comunidades así como una lucha por lapreservación del medio ambiente”

“Nos planteamos como unas de nuestras principales tareas fortalecer las libertades, la participación ciudadana con iniciativas que sumaron distintas formas de pensamiento”, en la emoción, en el paroxismo de su labor de legislador que hoy llega a su fin, López Rodríguez  acepta “que hay mucho pendientes” y  que el actual gobierno de Gabino Cué Monteagudo “no cumplió con las expectativas de la ciudadanía”. Sin embargo con una emoción de graduado en su último día de clases se dirige al pleno legislativo con toda la emotividad posible.

“Manifiestó un sincero reconocimiento a la labor de todas las diputadas y todos los diputados que integran esta legislatura, así como de sus coordinadores parlamentarios y los partidos políticos representados en este Congreso. Ha sido un honor trabajar con ustedes compañeros y compañeras para el beneficio del estado de Oaxaca”.

Todas y todos sonríen en sus curules, incluso hay ruidos que suenan a intentos de aplausos. Jesús López Rodríguez camina orondo de regreso a su curul, orgulloso, digno.

“Solo una cosa señor presidente” acota la también diputada perredista Juanita Cruz Cruz desde su asiento, “la posición que acaba de asumir el diputado Jesús, no es la posición de la fracción parlamentaria del PRD “.

A López la sonrisa se le congela, aplica esa de que al mal tiempo buena cara, y llega a su curul en medio de un tssssssssss que explica  burla y mucha sorna.

“Eso si es amor apache” dice el diputado Erubiel Gómez Nucamendi, sobre una Juanita Cruz que antes de que iniciara este último periodo de sesiones se declaró a sí misma como la nueva coordinadora de la fracción perredista, aduciendo una traición de López Rodríguez al PRD.

Y sobre un Jesús López Rodríguez al que un tribunal electoral le devolvió su puesto de coordinador y a quien cuando le preguntaron sobre Cruz  Cruz, aseguró simplemente que no la conocía, a pesar de las únicas tres curules que los separan.

Pintando una postal no solo sobre la relación Rodríguez- Cruz, sino sobre la odisea de la 62 legislatura en general. Pues nadie puede recordar en ningún lado ni en ningún tiempo de estos tres años de legislatura local  “esa sinergia participativa y responsable” de la que ha hablado Jesús.

No se le puede recordar en la guerra de gases del año pasado soltada en pleno legislativo en medio de una guerra entre las dos facciones legislativas por aprobar una reforma político electoral a la que al final la Suprema Corte de Justicia terminó desechándola calificándola de inconstitucional.

No se puede ubicar ese “diagnostico social”, ese “análisis legislativo”esa“legislación progresista” en el hecho de que el coordinador de la Junta de Coordinación Política, el panista Gerardo García Henestrosa haya anunciado un periodo extraordinario de sesiones del diez al quince de octubre, con los diputados obligados a regresar a sesionar sobre cosas que en tres años nunca hicieron.

Como los dictámenes sobre las cuentas públicas del 2014, 2015 y los dos trimestres del 2016 del gobierno de Gabino Cué, sobre las que la 62 legislatura jamás se le ocurrió ocuparse, como los más de cien puntos legislativos pendientes que se tienen que abordar en lo concerniente a la presentación de iniciativas, exhortos y puntos de acuerdo. Y los más de 150 dictámenes pendientes por resolver y aprobar, referentes a las 39 comisiones legislativas.

Demasiadas risas se dieron en esta última y oficial sesión ordinaria de la 62 legislatura, con diversos diputados panistas, priistas y perredistas desfilando por la curul del coordinador de la bancada del PRI, Alejandro Avilés, para hacer chistes, mostrar documentos y sonreír con ganas frente al que muchas listas ubican como el futuro secretario general de gobierno de la próxima administración.

Proponiendo y votando en fasttrack por mayoría absoluta la Ley de Coordinación de Zonas Económicas Especiales del Estado de Oaxaca, expidiendo la publicación de bando solemne para dar a conocer que oficialmente Alejandro Murat Hinojosa es ya es el gobernador electo de la entidad, haciendo valida con propuesta y dictamen concatenados la nueva Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano para el estado.

Sin intervenciones, con las manos y los brazos arriba, sin reservar ningún artículo para su discusión en lo particular, aprobaron lo que pudieron lo más rápido que entendieron. Votando por una diputación permanente conformada entre otros  por el perenne presidente legislativo el priista Adolfo Toledo Infanzón , la panista Leslie Jiménez Valencia y el perredista Palemón Gregorio Bautista, la cual sesionara cada miércoles durante el próximo mes y medio que separa al Congreso estatal de la próxima 63 legislatura.

Por lo pronto y en concordancia con su bajo perfil resolutivo que manifestaron férreamente durante tres años, las y los diputados de la 62 legislatura no se van a ir a ningún lado pues aún tienen por sacar mucho trabajo pendiente.

Razón por la que tal vez el triunfalismo celebratorio que Jesús López Rodríguez trato de propagar al término de este último periodo ordinario de sesiones, el cual para no vario estuvo bajo amenaza de ser bloqueado por una colonia de Zaachila que no puede perdonar que no la hayan promovido a agencia municipal, no convenció absolutamente a nadie.