La Jornada.
Ciudad de México. México y Estados Unidos acordaron integrar un ‘‘grupo de alto nivel’’ cuyo trabajo trascienda a las administraciones de Enrique Peña Nieto y Barack Obama. El objetivo es tejer una estrategia ante los focos rojos en materia de seguridad y migración, principalmente.
A nivel de problemas vigentes, se informó de la continuidad del programa estadunidense de recepción de solicitudes de asilo (cien al día) para los haitianos varados en Baja California, pero según lo expuesto hasta ahora no hay luz verde para el ingreso masivo al país vecino de miles de caribeños y africanos en esa situación.
En el encuentro de alto nivel realizado ayer en la Secretaría de Gobernación (SG), funcionarios de ambos países analizaron la agenda bilateral de riesgos.
Por Estados Unidos, el secretario de Seguridad Interior, Jeh Johnson, aseveró que la frontera con México no es la principal amenaza para su país en cuanto a ataques terroristas, sino los vuelos procedentes de Europa.
Las alternativas trascenderán a los gobiernos de Peña y Obama
En cuanto a la situación de delitos en México, dijo que para ello se planeó la integración del citado grupo de alto nivel, que dará resultados positivos junto con otras estrategias de trabajo para abordar el tema de seguridad, tráfico de personas y migración indocumentada, con alternativas que trasciendan a los gobiernos actuales.
A nivel doméstico, aseveró que no hay posibilidad de ‘‘que se nos escape del radar’’ otro suceso como el de septiembre de 2001, y para ello es fundamental el intercambio y acopio de información al interior y exterior.
Por su parte, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que el gobierno del presidente Peña Nieto ha reconocido el repunte en la incidencia de delitos de alto impacto, pero adujo la difícil situación al momento de recibir el gobierno.
(En agosto pasado fueron denunciados mil 938 homicidios dolosos, el mayor nivel en el actual sexenio, apenas 193 casos menos del pico histórico ocurrido en mayo de 2011.)
‘‘Este gobierno ha reconocido un repunte en homicidios, pero también sería bueno recordar que esta administración inició con 22 homicidios por cada 100 mil habitantes y lo hemos llevado a 16 por cada 100 mil. Sería bueno comentar también que las circunstancias de violencia que se vivían en muchas regiones en nuestro país, incluso en zonas fronterizas, ha dejado de estar sucediendo’’, subrayó en la conferencia de prensa conjunta con el funcionario estadunidense y con la canciller Claudia Ruiz Massieu.
Dijo que el secretario Johnson conoce de esta situación y no le es ajena la estrategia del gobierno mexicano para revertir la situación de violencia. Efectivamente, añadió, ‘‘agosto fue el mes con mayor número de homicidios en esta administración, pero de ninguna manera tienen que ver respecto de lo que se vivió en el sexenio pasado o en las otras administraciones. Se ha logrado avanzar y se ha logrado recuperar zonas, territorios, lo que devuelve la tranquilidad a las y los mexicanos’’.
Respecto de la situación coyuntural que afecta a haitianos y africanos, el secretario Johnson declaró que hasta hace dos semanas Estados Unidos tenía una política de no deportación de haitianos afectados por el terremoto de 2010; si bien el plan era suspender esa amnistía, ésta continuará por los estragos del huracán Matthew. ‘‘Debemos ser empáticos con la situación de los haitianos, pero después de que pase esto se colocará a los ciudadanos de Haití en la misma categoría que cualquier inmigrante ilegal’’ que llegue a Estados Unidos.
No detalló de cuánto será el periodo de gracia para los caribeños, mientras que de los africanos expuso la pertinencia de dialogar con aquellos gobiernos involucrados para que desde otras zonas no se les dé paso libre (y con ello se evite su llegada a México y a Estados Unidos).
Durante toda la jornada de conversaciones y mensaje a medios de comunicación, los funcionarios insistieron en que luego de casi cuatro años de relación entre los gobiernos de Peña Nieto y Barack Obama, los lazos han salido fortalecidos con visión de futuro y sólida amistad, especialmente en cuanto a movilidad humana y de personas en la frontera común de 3 mil kilómetros, con un millón de cruces al día y 532 mil millones de dólares de intercambio comercial anual.
Lo anterior, dijeron, redunda en beneficios y prosperidad de los ciudadanos de ambos países. En este saldo positivo se llamaron ‘‘amigos, socios y aliados’’.
A pregunta expresa de académicos, integrantes de la sociedad civil y diplomáticos partícipes en una sesión de diálogo con los funcionarios, y luego con reporteros, el funcionario estadunidense dijo que ahora hay menos detenciones, más seguridad fronteriza y una mejor economía en la región. Igualmente, destacó la colaboración de las dependencias federales mexicanas. ‘‘Aquí no se aplica la política de divide y vencerás’’, consideró.
La canciller Ruiz Massieu, a su vez, se refirió al diálogo ‘‘fluido, permanente e inquebrantable’’ con el gobierno de Barack Obama y dijo que la frontera no puede entenderse como obstáculo. También opinó en torno a los recientes dichos acerca de las mujeres emitidos por el candidato republicano, Donald Trump; aseveró que, como mujer, madre y funcionaria, no acepta esas expresiones.