La Jornada.
Ciudad de México. El sostenido crecimiento del crédito bancario, que aumenta a una tasa equivalente a 4.9 veces la de la economía, no ha encendido focos rojos respecto de la capacidad de pago de las deudas de empresas y personas, afirmó Marcos Ramírez Miguel, director general del Grupo Financiero Banorte (GFNorte).
Categóricamente es un buen momento para que una familia tome un crédito que le sirva para crear patrimonio; para que una empresa obtenga un financiamiento para invertir
, afirmó en entrevista con La Jornada.
En los primeros nueve meses del año, Banorte generó utilidades por 14 mil 64 millones de pesos, 16 por ciento más que un año antes, mientras su cartera de crédito repuntó 11 por ciento, a 553 mil 355 millones de pesos.
Marcos Ramírez Miguel, actuario de profesión, explicó que en un lenguaje matemático los resultados tienen dos fuentes: una endógena y otra exógena. La primera, apuntó, es que el grupo financiero está mejorando su eficiencia, lo que se refleja en que cada vez gasta menos para generar más. En el plano externo, la actividad se ha visto apoyada en que el consumo va bien y el país va bien
, y las carteras de crédito crecen en todos los sectores.
En los últimos años la economía no ha superado el promedio de crecimiento de 2 por ciento registrado en las últimas décadas, mientras el crédito ha avanzado casi cinco veces más que el producto interno bruto (PIB), de acuerdo con datos de la Asociación de Bancos de México.
Ramírez Miguel considera que una de las razones que explican ese margen amplio entre el crecimiento del crédito y el de la economía es que probablemente la medición del PIB no considera todo el consumo que se realiza. Pero también, añadió, la dinámica del financiamiento bancario obedece a que cada vez se incorporan más personas al uso de los servicios financieros.
Tenemos mucho campo para crecer porque aunque la economía esté parada se puede seguir aumentando el crédito, porque hay muchas personas por bancarizar. También aumenta el crédito porque llevamos varios años en que el salario promedio aumenta más que la inflación y a que se han generado empleos
, casi 2 millones, según cifras oficiales.
El sostenido crecimiento del crédito no ha generado un incremento en la cartera vencida de Banorte, pero tampoco del sistema bancario en general, apuntó Ramírez Miguel.
–¿Después de experiencias recientes de problemas de cartera vencida, los bancos y los deudores son más cautos al momento de otorgar y utilizar el crédito?
–Me lo he preguntado. En el país tenemos muchos problemas, muchas cosas que arreglar. Pero la banca está bien y la economía también. A muy pocos países los atropellaron como a nosotros en 1994, fue la crisis más fuerte que ha existido y de ahí se fortaleció mucho la banca. La mayoría de los banqueros que estamos ahora somos producto de esos aprendizajes y de esas crisis. Hoy muchos de nuestros clientes jóvenes no saben lo que es tener una inflación arriba de 50 por ciento ni lo que es una crisis. Las instituciones sí han aprendido y en su modelo tienen la responsabilidad de lo que nos pasó.
–Hasta ahora no ha habido incrementos de la cartera vencida, aun con las tasas de crecimiento del crédito. ¿Se mantendrá esta tendencia?
–La aritmética va a ir al revés: si empieza a contaminarse la cartera, va a dejar de crecer el crédito. No creo que el crédito siga creciendo y luego nos demos cuenta. Cuando vean los bancos que no es sano crecer a estos niveles, solito se va a ir bajando. Todo apunta a que el ritmo que llevamos va a seguir así en los siguientes seis meses o en un año. No podemos ver a tan largo plazo, pero sí a mediano, y lo que vemos es bueno y es optimista.
–Aun con el aumento que se ha dado, y que se espera siga, en las tasas de referencia, ¿es un buen momento para que familias y empresas mantengan sus proyectos que requieren crédito?
–La respuesta es: sí es momento. Las tasas de interés de los créditos hipotecarios no han subido, es buen momento para tomar uno. También para seguir invirtiendo, siempre que tenga sentido la inversión, para seguir haciendo patrimonio. Los tiempos son ahora y el chiste es la racionalidad, que se hagan las cuentas bien. Para las empresas lo mismo. Si ven que están vendiendo bien, que están saliendo las cosas, es buen momento para pedir prestado, de tal manera que puedan liberar capital. Es la única manera en que pueden crecer rápido.
–¿Por qué cree que la percepción de personas y empresarios sobre la situación económica es mala, aun con los datos que se publican sobre la actividad en el país?
–Nos hacemos mucho esa pregunta. Hay una disociación entre la realidad y la percepción. Son dos cosas. Una es un poco sicológica. Los humanos, por defensa, siempre ven lo malo. Si alguien gana 10 o pierde 10 en una inversión, duele más lo que ha perdido que la satisfacción de lo que ganó. Por otro lado, es una buena oportunidad para decir que lo que existe es la economía real, lo que se documenta con números. Lo demás es percepción, y lo que está mal es la percepción porque los datos dicen que ahí van las cosas. Hay mucho mejorable, tareas pendientes, pero en términos generales el país va bien y está creciendo.