Excélsior.
Ciudad de México. A 10 años del asesinato del camarógrafo estadunidense, Bradley Roland Will, aún no quedan claras las causas que dieron pie al crimen, ya que su muerte se presentó en medio de un estadillo social que afectó por meses al estado de Oaxaca, mientras que, la defensa del único detenido bajo acusaciones de haberle disparado, ha presentado diversos recursos para demostrar que él no fue el responsable.
El videodocumentalista independiente conocido como Brad Will, fue herido con dos disparos de bala, el hecho de violencia se produjo durante el enfrentamiento que se registró cuando policías ministeriales abrieron fuego contra quienes estaban en la barricada que fue instalada por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).
¿QUE OCURRÍA EN OAXACA PARA ENTONCES?
La protesta era resultado de la exigencia de pedir al gobernador priista Ulises Ruiz, presentara su licencia al cargo, petición que a su vez le había extendido integrantes de la Sección 22 Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes le hacían saber las peticiones del movimiento, el primero de mayo de 2006.
Más tarde inició el plantón indefinido en el Centro Histórico oaxaqueño, y para mediados el mes de junio, se daba paso a la creación de la APPO.
Para septiembre, la tensión generada por el plantón, las movilizaciones, así como enfrentamientos y confrontaciones directas, derivó en el lanzamiento de un ultimátum por parte del gobernador, quien amagó con la eliminación de contratos del magisterio y su reemplazo serían personas jubiladas para que atendieran la impartición de clases a partir del día lunes 25 de ese mes.
Mientras avanzaba la llamada ‘resistencia solidaria’ con presencia en diversos puntos de Oaxaca, algunos estados y en la capital del país, el gobierno federal enviaba apoyo táctico para acabar con la problemática, por lo cual, arribaron tropas militares a través de dos desembarcos en los puertos de Salina Cruz y Huatulco.
Tras cinco meses de conflicto político-social, se produjo el ‘estallido’ y los grupos abrieron fuego contra la barricada, en el lugar, quedaron 23 personas heridas, la mayor parte de ellos maestros, murieron cuatro personas, entre ellos, Brad Will, quien recibió dos impactos de bala detonados de una pistola calibre .22.
Los hombres y mujeres corrían en las calles de la colonia Calicanto, la mayoría con el rostro semicubierto, gritaban y silbaban a medida que las detonaciones que eran grabadas por la prensa, éstas se escuchaban cada vez más cercanas.
Entre los pobladores agitados por correr, se escuchó:
Vamos a acabarlos. Dónde están, vamos a organizarnos. Vamos a organizarse compas. Éramos barrera, estábamos en el bloqueo, no llevamos protección”.
Sin embargo, el grupo se aproximó hacia la calle donde continuaban las detonaciones, llevaban consigo palos, bombas molotov y tubos de metal que utilizaron a manera de bazucas improvisadas, detrás de ellos se encontraba el periodista independiente, quien sin intervenir en el ataque, se dedicaba sólo a filmar la situación.
Logró aproximarse al lugar del tiroteo, grabó algunos minutos de calma tensa, cuando recibió el primer disparo, en la filmación de su cámara quedó inmortalizado su grito de dolor y el momento en el que comenzó a correr mientras gritaba ‘ayúdenme, ayúdenme’, con voz desgarradora.
Tranquilo, estás bien. ayúdenlo, ayúdenlo”, dice alguien que se le aproxima.
Las imágenes son confusas, y segundos después, se escucha la segunda detonación, con la cual, el documentalista quedó tirado en el suelo.
Pese a los intentos de sus colegas y pobladores, ese 27 de octubre de 2006, el joven estadunidense perdió la vida sobre una acera de la calle Árboles en la colonia Calicanto.
Dos días después del choque, integrantes de la Policía Federal Preventiva iniciaron con las acciones necesarias para el repliegue del plantón en el Centro Histórico de Oaxaca.
Seis años más tarde, Lenin Osorio fue detenido, a decir de las investigaciones expuestas por la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca, para entonces, él ya contaba con antecedentes penales por portación ilegal de arma de fuego, a él se le acusó la responsabilidad del asesinato con base en personas que afirmaron ser testigos del hecho.
Aunque las imágenes de aquel día hacen parecer que recibió el segundo disparo luego de ser auxiliado por algunas personas, en 2012, año en el que detuvieron al presunto culpable, las autoridades señalaron que no fue así, ya que expusieron que cuando Brad era cargado hacia la banqueta, su torso ya evidenciaba la herida.
EL ÚNICO DETENIDO PODRÍA QUEDAR LIBRE
El arresto de Lenin fue cuestionado, ya que hay quienes señalan que las cintas sobre el incidente, fueron editadas por presuntos cómplices que tomaron el equipo de Brad, antes de que el material llegara a manos de las autoridades, así como insistieron en que funcionarios estatales de la Procuraduría oaxaqueña se encontraban involucrados en actos de manipulación en la investigación.
Al respecto de la defensa de Osorio aseguró en el pasado mes de septiembre, que un juez federal admitió los argumentos de que los elementos presentados por las autoridades estatales, evidenciaban irregularidades en el peritaje balístico y las declaraciones con las que fue justificada su culpabilidad.
Bajo dicha circunstancia, el juez federal, podría obligar a que el caso fuera reabierto para su revisión, acción con la que su defensa y familia de Lenin, buscarán defender su inocencia, a bien de obtener su libertad.
Lo único que no se ha podido esclarecer en la investigación que fue cerrada en 2012, es el motivo por el cual le dispararon a Bradley, si se trató de una acción premeditada o si ocurrió al quedar en medio del conflicto político-social.
