Gladys Aguilar/RIOaxaca.
Oaxaca de Juárez. Al filo las 11 horas se declaraba el inicio de la sesión. Todo seguía su rutina habitual. Pues no se trataba de una reunión cualquiera. En esta LXIII Legislatura local parece ser que la protagonista será la puntualidad, ya que reloj marcaba las 11: 15 am cuando inicio la sesión.
No se trató de cualquier sesión, fue el inicio de las comparecencias ante esta nueva Legislatura. El primero en comparecer fue el titular de la SEGEGO, Carlos Santiago Carrasco.
Nada bueno y nuevo que escuchar, mencionaban algunos presentes, pero aun así y en apegó al orden del día, soportaron de manera respetuosa.
Carrasco Santiago, no vio lo duro sino lo tupido. Y es que la mañana de este lunes los diputados al parecer se despertaron con unas amplias ganas de tundir al titular de la SEGEGO.
Todos tenían preparadas sus preguntas, esperaban sólo el término de la presentación para soltarlas, donde actuaron como verdaderos jueces, y con posicionamientos muy rectos, donde jugaron un papel donde parecían realmente interesados en lo que hicieron durante toda una administración los secretarios.
Tocaba el turno al secretario de Administración, Alberto Vargas Varela. El mismo formato tedioso e interminable, políticamente insuficiente.
Con una tibies en su presentación de informe, el secretario fue blanco de críticas y burlas en el pleno del congreso, pues el secretario solo se limitó a leer sus láminas repletas de información.
Tal fue la situación que el diputado del PT, Jesús López Romero en su intervención, le dijo que su presentación y su comparecencia fue una simpleza, pérdida de tiempo y hasta ridículo.
Bullicios y bostezos entre los pasillos, el formato en nada contribuía al ejercicio.
Después vendría la intervención del titular de la Secretaría de Finanzas, quien no tuvo prisa en presentar sus 60 láminas.
El clima comenzaba a de descomponerse por la actitud de las mujeres priistas Sofía Castro, Perredistas y panistas , quienes no dudaron en acusarse y llamarse desde hipócritas, ladronas y cómplices de una deuda que deja la administración del mandatario Gabino Cué Monteagudo.
