Maribel Martínez/RIOaxaca.
Oaxaca de Juárez. La música, como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin de este arte es suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar sentimientos, emociones, circunstancias, pensamientos o ideas. La música es un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones.
Este martes será una jornada de celebración para todas las bandas de música que harán una gran festividad para honrar a la patrona de los músicos, Santa Cecilia, cuya gala litúrgica se celebra el 22 de noviembre.
Según la tradición, Santa Cecilia vivió en el siglo III en Roma y fue martirizada por no renunciar a su fe. Desde la Edad Media se le representaba en algunas pinturas y esculturas tocando un instrumento similar al órgano y cantando, razón por la que, con el paso de los siglos, se la consideró patrona de los músicos.
Pero más allá de muchas fiestas y celebración la otra cara de la moneda pinta un escenario distinto.
Para muchos músicos no ha sido tan fácil llegar a la fama, este día de celebración como todo los días tienen que buscar trabajo.
Para Antonio García, no ha sido nada fácil salir adelante, “mis amigos siempre decían que me moriría de hambre porque ese arte no es para vivir”.
Sin embargo con mucho esfuerzo no le falta nada ni a su familia, ya que ha luchado para preservar en un arte donde la competencia siempre ha sido muy reñida, y las buenas amistades cuentan mucho para estar en los mejores lugares.
“A pesar de que en muchas ocasiones pensé optar por otras licenciaturas, hoy no me arrepiento porque hago lo que me encanta y vivo de lo que genera mi arte”.
Este 22 de noviembre es la ocasión especial para reflexionar con respecto a los programas de formación en educación musical y cultural que se brinda en México.
Subrayó que, lamentablemente, “en México cada vez hay menos instituciones en la que se enseñe música, hay menos maestros y la calidad de enseñanza es deficiente.
