La Razón.
Ciudad de México. Condenados no sólo a quedar sin clases hasta 60 días del ciclo escolar cada año por paros magisteriales, alumnos de 365 escuelas de Oaxaca deben conformarse con estudiar en aulas de lámina, tablas, piso de tierra, sin baños y servicios básicos, porque la Sección 22 de la CNTE impidió que a esos planteles se aplicaran más de 100 millones de pesos que destinó el Gobierno federal para que tuvieran paredes, pisos, techos de cemento y sanitarios entre otros.
“Debido a la desinformación, no se les dijo a las comunidades cuáles eran los beneficios del programa. Hubo la idea de que se van a privatizar las escuelas. Sabemos que aquí en Oaxaca se les dice (a los padres): ‘si se mejora la escuela después te la van a quitar y va a ser privada. Entonces, muchas escuelas se dejaron llevar por este falso rumor”, dijo a La Razón, Germán Cervantes, director general del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca.
Las carencias se presentan en escuelas de las ocho regiones, principalmente en las que se ubican en la zona de Loxicha.
Durante el pasado ciclo lectivo se pretendieron ejercer 407 millones 668 mil 975 pesos para mejorar la infraestructura educativa de mil 341 escuelas. Pero sólo se utilizaron 307 millones 668 mil 975 pesos para 976 planteles.
Para impedir la aplicación de los más de 100 millones de pesos para la rehabilitación, la Coordinadora realizó una campaña de desinformación entre los comités de padres de familia.
Cervantes sostuvo que ante esta situación se ha reunido con presidentes municipales y comités de padres de familia “porque esto no nos ayuda en nada. Yo les dije: ¿en realidad ustedes creen que si mejoramos la escuela alguien va a llegar y se las va a quitar y la comunidad se va a dejar?”.
Admitió que las carencias en estos planteles “son muy importantes y aquí teníamos los recursos para hacer la rehabilitación de estas instituciones, pero no se logró”.
La presidenta de la Coordinadora General de Padres de Familia, Luisa García, aseguró que en la entidad el magisterio disidente organiza brigadas de integrantes de la CNTE para malinformar a comités de padres a fin de rechazar e impedir la rehabilitación de la infraestructura educativa.
Explicó que los disidentes engañan a los padres de familia al decirles que si permiten la mejora de los planteles éstos se hipotecarán hasta por 25 años y les harán pagar el dinero que el Gobierno federal invierta.
