En México no comen carne 80% de niños de entre 6 meses y 4 años

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La Jornada.

Ciudad de México. En México, 80 por ciento de los niños de seis meses a cuatro años de edad no comen carne y sólo la mitad consume vegetales, pero entre 62 y 90 por ciento ingieren dulces y sobre todo refrescos. Eso explica que un tercio de niños y adolescentes vivan con sobrepeso y obesidad, y tengan riesgo cuatro veces mayor de desarrollar diabetes, afirmó Salvador Villalpando, jefe del departamento de gastroenterología y nutrición del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG).

En contraste, 38 por ciento de los infantes de uno a dos años tiene anemia por deficiencia de hierro a causa del bajo consumo de carne y vegetales. Advirtió que es inadecuado dar a los niños bebidas azucaradas o productos con exceso de sal.

Por este motivo, el país enfrenta un grave problema de salud que se resolverá solamente con la prevención, es decir, asegurando que desde la gestación y el nacimiento los niños consuman los nutrimentos necesarios para un sano desarrollo. Atender a los infantes cuando ya están obesos es llegar tarde, pues difícilmente se logra que vuelvan a tener peso normal.

Cada año en el HIMFG 400 nuevos pacientes con obesidad se someten a tratamientos clínicos para bajar de peso y prevenir o atender los padecimientos asociados, pero únicamente 6 por ciento consigue reducir algunos kilos para llegar a la condición de sobrepeso (que aún no es el peso normal) y se mantiene así al año de la terapia. Esto significa que 94 por ciento no lo logra.

Este es un fenómeno que ocurre en México y el mundo, indicó el especialista. Uno de los obstáculos es la falta de apego a buenos hábitos de alimentación.

Son casos de excepción los pacientes que alcanzan un peso normal. Villalpando recordó ayer a Zaira, de 14 años, quien medía 1.65 metros y pesaba 98 kilogramos. Dos años se mantuvo en 72 kilogramos.

En conferencia de prensa, Villalpando y dos médicas del área de nutrición del HIMFG presentaron la guía de alimentación complementaria para el niño sano, elaborada por un grupo interinstitucional de especialistas, con el propósito de contribuir a la prevención.

El documento propone los alimentos y las porciones que corresponden a cada grupo de edad. Esto es relevante porque con una investigación se detectó que los pequeños de seis a 11 meses consumen 40 calorías de más a diario, pero en el grupo de uno a cuatro años el exceso en la ingesta es de 221 a 240 kilocalorías por día.

En otro estudio se encontró que 9 por ciento de los niños de seis a 11 meses y 3 por ciento de los de uno a dos años consumen cereal, 80 por ciento no come carne y sólo la mitad consume vegetales, pero la mayoría ingiere dulces y entre éstos, los más frecuente son los refrescos.

La guía plantea que la alimentación complementaria a la leche materna debe iniciar a los seis meses de nacidos con porciones adecuadas y crecientes para cada grupo de edad y con productos de los cuatro grupos de alimentos: cereales, carne, verduras y frutas.

El texto identifica prácticas inadecuadas como dar a los niños bebidas azucaradas (refrescos), leche entera de vaca antes del año de edad, así como alimentos de alta densidad energética con azúcar añadida, como jugos o yogurt de sabor.