El Economista.
Ciudad de México. Hasta el 2014, se estimaba que en el mundo había 214 millones de migrantes, equivalentes a 3.1% de la población mundial, pero para el 2050 se podría alcanzar 405 millones, según la Organización Internacional para las Migraciones.
Aunque éste es un fenómeno que se puede considerar normal, durante los últimos años la migración irregular y los riesgos que implica se han exponenciado; sin embargo, el anhelo de las personas migrantes por buscar mejores perspectivas de desarrollo y de vida no tiene fronteras.
La pobreza, la desesperanza, la reunificación familiar y, cada vez más, la violencia interna son las causas principales por las cuales muchas personas emprenden su largo camino en la búsqueda de mejores oportunidades.
Debido a este cuantioso y creciente número de migrantes y su repercusión en el mundo, la Asamblea General de la ONU promulgó el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante.
Aunque es un fenómeno difícil de analizar por su constante cambio, sabemos que México se encuentra en la lista de los cinco países con mayor número de emigrantes junto con la India, Bangladesh, Rusia y China. El principal país receptor de migrantes es Estados Unidos con 47 millones y el principal corredor migratorio es México-Estados Unidos, seguido del corredor Rusia-Ucrania.
México, país de origen, tránsito, destino y retorno
Diversas investigaciones han otorgado datos relevantes que ubican a México como un país de origen, tránsito, destino y retorno de la migración internacional.
Según la Unidad de Política Migratoria (UPM), se estima que 1 millón de mexicanos documentados y no documentados migran hacia Estados Unidos cada año. A estos datos se suman los aproximadamente 400,000 mexicanos repatriados anualmente; estas cifras designan la dinámica de esta frontera como excepcional.
De acuerdo con el Instituto para los Mexicanos en el Exterior (IME), alrededor de 12 millones de personas nacidas en México viven hoy en Estados Unidos. El Consejo Nacional de Población (Conapo), por su parte, ha señalado a Zacatecas como la entidad federativa con más alto índice de intensidad migratoria, seguida de Guanajuato, Michoacán y Nayarit.
Sobre este fenómeno, María Teresa Rodríguez, académica del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), considera que el análisis de la migración es trascendental por el contexto actual en el mundo y aseguró que hoy para nuestro país es fundamental el tema, pues ante el próximo arribo de Donald Trump a la presidencia y frente a su amenaza de imponer un muro fronterizo y expulsar a los mexicanos que residen de forma ilegal en su territorio, debe ponernos en alerta sobre las implicaciones de la realidad del migrante y de la necesidad de respetar sus derechos humanos más elementales, entre ellos el derecho a la movilidad.
Agregó que México por su historia tiene conciencia de la migración y pugna por los derechos de los llamados “paisanos”; sin embargo, la realidad muestra que todavía falta mucho.
“Creo que además nos falta asumir esta condición de país receptor y hacer valer los derechos humanos de quienes llegan a nuestro país, porque muchas veces no son bien vistos y pasan una gran cantidad de atropellos y de maltratos tanto de delincuentes como de funcionarios”, explicó a la Agencia Informativa Conacyt.
En este sentido, como país de tránsito, la UPM reportó en el 2015 198,141 personas extranjeras detenidas por el Instituto Nacional de Migración (INM) que no pudieron acreditar su condición migratoria regular en el país. De enero a octubre del presente año, las cifras reportadas por la misma entidad fueron de 157,188 personas extranjeras detenidas, lo que mantiene la tendencia de dichas personas detenidas respecto del año pasado.
La misma fuente menciona que, de enero a diciembre del 2015, se reportaron 38,514 niñas, niños y adolescentes (NNA) detenidos en contextos de migración por el INM; de los cuales 20,368 NNA fueron no acompañados. En lo que corresponde al periodo de enero a octubre de este año, se presentaron 32,426 NNA ante la autoridad migratoria mexicana, de los cuales 14,729 viajaban no acompañados, representando 20.62% de personas migrantes detenidas ante la autoridad migratoria mexicana. Por su parte, Melissa Ley, investigadora de El Colef y coautora del informe “20 temas actuales y relevantes sobre la migración en México”, explica que a partir de datos sociodemográficos, geográficos, de procesos migratorios y sobre la situación laboral de las personas que atraviesan las zonas fronterizas de México, han documentado que el país ha incrementado las deportaciones de migrantes centroamericanos, superando las cifras de Estados Unidos.
Otro dato importante a raíz de las Encuestas sobre Migración en las Fronteras Norte y Sur de México (Emif) es que México ya no sólo es un país de tránsito, sino que se está convirtiendo en un destino para guatemaltecos, hondureños y salvadoreños, en su mayoría, y es que en el 2011 se registró 70% de migrantes guatemaltecos que decían tener como destino final Estados Unidos, mientras que en el 2013, 48% mencionó que su intención era quedarse en territorio mexicano.
Sobre el tema, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos declaró que la gran mayoría de los gobiernos del mundo han centrado sus esfuerzos en contener el flujo migratorio, olvidando la visión más importante, la de las personas, sus necesidades y, sobre todo, sus derechos humanos. “Si bien la movilidad de la persona es un derecho fundamental, hay que implementar acciones que prevengan la migración involuntaria o forzada; que los estados proporcionen a sus nacionales las condiciones mínimas necesarias que garanticen y protejan sus derechos humanos para evitar que la población se movilice sin desearlo”, agregó.