De los futbolistas en México, 2% están afiliados

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El Economista.

Ciudad de México. “Les damos 15 minutos para que elijan a sus representantes”, esa fue la instrucción de los dirigentes del futbol mexicano en el 2001, cuando convocaron a una reunión de jugadores para la formación de la Comisión del Jugador.

“No nos tardamos 15 minutos, fue más de una hora. Con esa misma arbitrariedad que nos pidieron elegir, les informamos que formamos un grupo que iba a defender los derechos de los jugadores ante la federación. Eso no les pareció”, recuerda Félix Fernández, comentarista y ex portero del Atlante.

La falta de representación de los futbolistas en México ante los dirigentes y el excesivo control que tienen los clubes sobre los jugadores, son las principales problemáticas laborales en la Liga MX. Tan sólo 2.4% del total de futbolistas registrados ante la Federación Mexicana de Futbol están afiliados a la Comisión del Jugador, el organismo que vela por sus derechos, pero que no tienen independencia jurídica de la Femexfut.

“En México hay dos situaciones claves para que el futbolista no tenga una situación gremial como tal: una es la fortaleza que tiene la dirigencia, con directivos que tienen mucho poder, y el otro factor es que ha faltado capacidad de unirse y tomar esa bandera para defender al gremio”, añade Jorge Zamogilny, exfutbolista que pasó por Puebla, Atlas y Tecos.

Según el último censo realizado por FIFA para conocer el número de futbolistas afiliados en cada federación que integra el organismo Big Count, la Federación Mexicana de Futbol tiene a 324,595 futbolistas con carnet de registro. De ese universo, la Comisión del Jugador, en su último informe de laboral (2015) indica que tiene 8,000 afiliados, lo que representa apenas 2.4% del total de jugadores en México.

Violaciones laborales en el futbol mexicano

Según la Ley Federal del Trabajo, en su Título Sexto (Trabajos Especiales) Capítulo X (Deportistas profesionales), los futbolistas no pueden ser transferidos a otros clubes sin su consentimiento (artículo 295), pueden pelear hasta 50% de comisión por la transferencias a otro equipo (296); aunque también se les puede rescindir el contrato con su club por la pérdida de facultades en la disciplina (303).

Félix Fernández reconoce que el antecedente de la Comisión del Jugador nació por iniciativa de Alberto de la Torre y Víctor Garcés, entonces presidente de la Femexfut y presidente de la Primera División, respectivamente. El objetivo era organizar una representación de jugadores afines a los intereses del organismo.

“No fue ofrecimiento o sugerencia, era algo que ya estaba decidido, para que los jugadores se sintieran representados”, mencionó el ahora comentarista.

“La falta de un sindicato de jugadores es el rezago más grande en materia laboral en México”, opina Jorge Zamogilny.

Aunque la Comisión del Jugador logró financiación a través de las transferencias de jugadores, para no depender del presupuesto de la Federación, el organismo que defiende los derechos de los jugadores no tiene el reconocimiento de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (Fifpro) la asociación que reúne a los sindicatos de jugadores de todo el mundo.

Félix Fernández indica que aproximadamente 85% de los casos en la Comisión de la Jugador provienen de la Segunda y Tercera División, razón por la que “falta reconocimiento a la comisión porque no son jugadores de Primera División”, destaca el exfutbolista. Además, los directivos del organismo deben ser de fuertes convicciones, ya que llegan a recibir ofertas de trabajo como directivos de clubes y se enfrentar a la disyuntiva de seguir como fiscales del futbol o ingresar al bando rival en los casos de controversias de jugadores.

“Tienes que estar consciente de muchas cosas, si te quedas sin jugar, si tienes contrato con el club que te cede, hay situaciones que se aceptan porque no hay otra opción”, expresa Jorge Zamogilny sobre las transferencias donde el jugador no está plenamente convencido, como la de Moisés Muñoz a Jaguares de Chiapas.

Quienes conocieron la situación en el caso de adeudos de sueldos al plantel de Jaguares, indican que Álvaro Ortiz, presidente de la Comisión del Jugador, viajó a Chiapas para exponerles a los futbolistas que la única vía para recibir su pago era demandar al club.

Horas antes del juego ante Atlas en la última jornada del Apertura 2016, los jugadores aceptaron cheques posfechados de la directiva y desistieron del acto de protesta en el inicio del juego ante los rojinegros.

“Eres un cagón” fue lo que le dijo Rafael Márquez a Sergio Bueno, ya que según el futbolista, el técnico de Jaguares fue quien convenció a los jugadores de aceptar el trato.

A la fecha, las decisiones de los directivos no tienen un contrapeso; la Comisión no es factor y los jugadores en su conformidad por mantener un estatus aceptan las condiciones laborales impuestas por los dueños.

Entonces, ¿quién tiene la culpa de un gremio doblegado ante el poder de los directivos?