El Economista.
Ciudad de México. México ocupa el segundo lugar, después de Estados Unidos, en recibir a un mayor número de turistas, y de los 34 sitios considerados Patrimonio de la Humanidad, el país se sitúa en el lugar nueve, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto.
En la presentación del Estudio de la Política Turística de México, el mandatario dijo que esa condición no sólo depende en mayor medida del turismo extranjero, sino del turismo doméstico (nacional), “por eso hemos impulsado políticas públicas para fortalecer esta condición”.
Señaló que de entre 85 y 88% de cada 100 pesos que se gasta en el sector proviene del turismo nacional.
El turismo es muy importante en la economía de México, pues representa 8.5% del Producto Interno Bruto (PIB) cuando en países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el promedio es de 4.1 por ciento.
José Ángel Gurría Treviño, secretario general del organismo, aseveró que a pesar de esa importancia el sector enfrenta desafíos importantes, como adaptarse a los nuevos paradigmas y a la diversificación de los productos turísticos.
Durante la presentación del Estudio de la Política Turística de México, que encabezó el presidente Enrique Peña Nieto, destacó que el 88% de flujos de turismo es de mexicanos y no se depende crucialmente de los extranjeros.
Luego de asegurar que se cuenta con apoyo del organismo internacional para trabajar por un turismo incluyente y sustentable y para diseñar, promover y poner en práctica mejoras políticas turísticas, expuso que durante la última década el ritmo de crecimiento del turismo en México está por debajo del crecimiento global de la economía.
Planteó que un crecimiento por debajo del crecimiento de economía está relacionado con dificultades económicas de los países visitantes, fenómenos naturales y factores de comunicaciones, seguridad y gobernabilidad en las instituciones de turismo.
En el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, indicó que en el estudio se recomienda reducir los precios de los vuelos domésticos, actualizar el sistema de ferrocarriles y fortalecer el transporte terrestre, la infraestructura y seguridad.
También superar las limitaciones que enfrentan las micro y pequeñas empresas para acceder al crédito y enfocarse a proyectos viables que vayan más allá de los relacionados con mar y playa.