La Jornada.
Ciudad de México. El Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos dijo este domingo que seguirá aplicando el decreto antinmigración del presidente Donald Trump, pero que también acatará las decisiones judiciales que lo bloquearon parcialmente.
“La orden ejecutiva del presidente sigue en pie. Los viajes prohibidos seguirán estando prohibidos, y el gobierno de Estados Unidos se reserva su derecho a revocar las visas en cualquier momento si es necesario por seguridad nacional o pública”, dijo el ministerio en un comunicado.
“La orden ejecutiva del presidente afecta a una pequeña porción de los viajeros internacionales y es un primer paso para el restablecimiento del control de las fronteras estadounidenses y la seguridad nacional”, añadió.
El Departamento de Seguridad Interior también dijo que “acatará las decisiones judiciales”, lo que se presume que incluye la sentencia de una jueza federal que ordena a las autoridades que no deporten a los refugiados y otros viajeros detenidos en las fronteras estadounidenses.
La jueza federal Ann Donnelly escribió en su decisión del sábado por la noche que devolver a esos viajeros a sus países de origen los expone a “daños sustanciales e irreparables”.
El decreto firmado por Trump el viernes suspende la acogida de refugiados durante al menos 120 días, y prohíbe la entrada de los nacionales de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, mientras se revisan los criterios de admisión.
Otra jueza federal de Virginia también publicó una orden temporal que impide durante siete días a las autoridades migratorias deporten a los residentes legales permanentes detenidos en el aeropuerto de Dulles, a las afueras de Washington.