Alfredo Martínez de Aguilar.
Oaxaca de Juárez. A la luz de las historias de vida consignados en los “dossier” de los actuales servidores públicos del gobierno de Alejandro Murat, insistentemente hemos alertado al joven gobernante que enfrenta a enemigos y traidores entre los integrantes de su gabinete legal y ampliado.
Al mismo tiempo, nos hemos atrevido a advertir al mandatario estatal que, si no desmantela la estructura gabinista-diodorista que se mantiene vigente y actuante en los altos y mandos medios, El Milagro Oaxaqueño corre el grave riesgo de fracasar rotundamente.
Sin ser agoreros del desastre ni menos emisarios del pasado por qué de éste riesgoso escenario. Por la simple y sencilla razón que quienes han logrado permanecer infiltrados en la estructura de la actual administración, se dedicarán a sabotear los programas de Alejandro Murat.
Apoyamos nuestra crítica en los hechos de todos conocidos que saltan a la vista de los oaxaqueños: complicidad con la corrupción e ineptitud. Lo hacemos al margen de filias y fobias. No se trata de nada personal, sino resultado del análisis de elementos de juicio objetivos.
La ineficiencia e ineficacia es una modalidad más de corrupción. La ineptitud hace tanto o más daño que la abierta y escandalosa corrupción. Desafortunadamente, los corruptos e ineptos han construido amplísimas redes de complicidad que les garantizan impunidad y permanencia.
Están totalmente equivocados quienes afirman que Gabino Cué y su mafia de rateros son estúpidos y que como lo justifica el presidente del Colegio de Economistas de Oaxaca, Hugo Tulio Félix Clímaco, el colapso financiero es resultado del déficit histórico y no del saqueo.
Pocas personas conocen la genial perversidad de Gabino Cué, salvo sus amigos de infancia Pepe Zorrilla de San Martín Diego, Diego Rule Castro, Gerardo Gutiérrez Candiani y Juan José Álvarez Candiani, así como sus titiriteros Diódoro Carrasco y Jorge Castillo Díaz.
No será nada fácil, pero tampoco imposible, por tanto, que la Secretaría de la Contraloría y la Auditoría Superior del Estado, así como la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación documenten la escandalosa corrupción de Gabino y su mafia.
Obligado es aludir a Luis Cabrera, uno de los ideólogos de la Revolución Mexicana, al echar en cara la corrupción a sus compañeros diputados desde la tribuna del Congreso de la Unión y exigieron a gritos “¡Pruebas! ¡Pruebas!”, respondió: “¡Les acuso de rateros, no de pendejos!
Si bien es cierto que todas las personas merecen una oportunidad y un voto de confianza en función, sobre todo, de su perfil profesional y los resultados eficientes y eficaces de su trabajo, no es menos cierto que en política es difícil anteponer intereses y menos aún complicidades.
En tales condiciones, el gobernador Alejandro Murat debe someter permanentemente a controles de confianza a los integrantes de su gabinete legal y ampliado, pero de manera especial a todos aquellos ubicados en áreas estratégicas políticas y financieras.
Éste es el caso de Paulo César Ortiz Marcial, ex director del Fondo para el Fomento Estatal de las Actividades Productivas de Oaxaca (FIDEAPO) y responsable de operar el Fondo Oaxaca, en el gobierno de Gabino Cué y ratificado en el gobierno de Alejandro Murat.
En octubre de 2011, el Gobierno del Estado creó el Fondo Oaxaca, para facilitar el acceso al financiamiento competitivo para apoyar a los empresarios de todo el estado, el cual contó con una bolsa inicial de 398 millones de pesos y atender una de las principales demandas de las empresas, informó el secretario de Turismo y Desarrollo Económico (STYDE), José Zorrilla de San Martín Diego.
Por instrucción del gobernador Gabino Cué Monteagudo y atendiendo la solicitud de los empresarios, indicó, se constituyó ese fondo de garantías, que sería un facilitador para que un mayor número de empresas pudiera acceder al financiamiento y a tasas preferenciales. “Es un esquema de financiamiento suficiente y oportuno, dónde el estado participa como facilitador”, a través de los programas de Reactivación Económica y Emergente por lluvias, para apoyar personas físicas y morales, legalmente constituidas.
El titular de Turismo y Desarrollo Económico explicó que el programa de Reactivación Económica que cuenta con un monto de 350 millones de pesos, ofrece créditos que van desde 150 mil pesos a dos millones de pesos con una tasa anual fija de 10.5 por ciento, de 3 a 4 años, y en microcrédito de 5 mil a 150 mil pesos a cinco años y tasas entre el 18 y 20 por ciento.
“Nunca hubo en el pasado, en Oaxaca, un programa de reactivación económica que se obtuviera sin una emergencia natural, y nunca existió un fondo de garantías del estado, el cual permitiera contar permanentemente con recursos preferenciales a favor de las PYMES”, resaltó.
Zorrilla de San Martín Diego comentó que el Fondo Oaxaca también operaría el Subsidio y Crédito por el Programa Emergente Lluvias 2011 del Fondo PYME. Con el apoyo de la Secretaría de Economía, se contó con subsidios por 22 millones de pesos y se puede otorgar hasta 15 mil pesos por empresa. El Crédito es hasta por 150 mil pesos a un plazo de tres años y una tasa anual del 12 por ciento; para este programa hubo 26 millones de pesos.
Cinco años después, en febrero de 20l6 el propio Secretario de Turismo y Desarrollo Económico de Oaxaca, José Zorrilla, hizo el anuncio oficial de la transición del programa Fondo Oaxaca que se denominará “BanOaxaca”, instrumento financiero para apoyar a los empresarios locales que al momento había colocado más de 4 mil millones de pasos.
Explicó que el proyecto BanOaxaca tenía el respaldo de Nafinsa, que multiplica por 7 veces el apoyo otorgado por el gobierno local a cada financiamiento.
Junto al gobernador Gabino Cué Monteagudo y del director nacional de Nafinsa, Zorrilla Diego explicó que esta administración podrá colocar al final del sexenio cinco mil millones de pesos en créditos para empresarios de todas las regiones.
A su vez, el gobernador Gabino Cué, observó que este proyecto seguirá ofreciendo oportunidades de desarrollo mediante créditos a tasas preferenciales a los empresarios que requieran del apoyo.
Explicó que el instrumento, ha venido a impulsar el desarrollo de micro, pequeñas y medianas empresas locales y de las regiones de Oaxaca, con muy buenos resultados.
Paulo Ortiz, el responsable del Fondo Oaxaca y ahora BanOaxaca, externó que las posibilidades financieras están a disposición de quién lo requiera.
En el periodo 2011-2014, la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico (STyDE) supuestamente logró colocar 9 mil 500 créditos a las micro, pequeñas y medianas empresas de Oaxaca, a través de un monto de recursos por 2 mil 700 millones de pesos aportados por Nacional Financiera (NAFIN) y un Fondo de Garantía aportado por el gobierno estatal.
A través de este esquema de créditos preferenciales y con la tasa de interés más baja del mercado financiero del país, el gobierno de Oaxaca y Nacional Financiera ejercerían en 2014 un monto de 700 millones de pesos dirigidos a capitalizar y modernizar a los pequeños negocios de la entidad y con ello, contribuir al desarrollo del sector más numeroso del aparato productivo oaxaqueño.
El Fondo Oaxaca es el esquema más grande del país y de menor cartera vencida; por esta razón en 2012 el gobierno de Gabino Cué presumió que recibió el reconocimiento como “Caso de éxito”, además de ser galardonado en ese mismo año fue como “Mejor operador de programas emergentes del país”, de acuerdo a la Secretaría de Economía del Gobierno de la República.
Para no poner a la Iglesia en manos de Lutero, es decir, al Banco Oaxaca en manos del gabinista-diodorista Paulo César Ortiz Marcial en el gobierno de Alejandro Murat, indispensable es que el Secretario de la Contraloría, José Ángel Díaz Navarro, investigue escrupulosamente el manejo de los recursos del Fondo Oaxaca y BanOaxaca.