Por todos los lados, por todas partes…

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Rafael García Zavaleta.

Hacia donde voltees la mirada, la corrupción e impunidad están a la vista en todos los órganos de gobierno, tanto municipal, estatal o federal, sin que las instituciones, ni la sociedad hagan absolutamente nada efectivo por contener la corrupción y extirpar la impunidad.

Porque los discursos, advertencias e hipócritas y perversas leyes que someten a consulta amañada o aprueban en materia de combate a la corrupción en cualquiera de los congresos, ya sea el Congreso Federal o de cualquiera de entidades federativas, de nada y para nada sirven, ya que son leyes amañadas y perversamente diseñadas para que las cosas sigan igual, en la efervescente impunidad y frondosa corrupción. No hay futuro con la tres de tres, lo que posiblemente suceda es que la corrupción se multiplique tres por tres.

Además, las instituciones están integradas por personas, mujeres y hombres que responden a un patrón de “institucionalidad amafiada” y por eso tenemos “una verdad histórica” impune en la PGR, por eso tenemos una cadena reiterada de falta de atención a las constantes denuncias de diferentes grupos sociales y personas, de la participación del Ex Fiscal de Nayarit, Édgar Veytia Cambero, solapado por el actual Gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda. Solo la justicia de Estados Unidos, pudo frenar a este bandido, hipócrita y farsante, cómplice de un gobierno corrupto, en donde no pasa nada, de lo contrario, ya el gobernador Sandoval Castañeda, se hubiera separado del cargo.

Si nuestro sistema jurídico de procuración de justicia tanto federal como estatales, fueran efectivos, no habría necesidad de tanta normatividad que enreda más, mucho más, la posibilidad de corregir y reencausar el sistema político mexicano, que se corrompió y perjudica a velocidad estrepitosa lo económico y social de los mexicanos.

Así llegamos a una realidad insoportable, no es sólo un exgobernador, sino varios los ladrones, Veracruz con Javier Duarte, Chihuahua con César Duarte, Sonora con Guillermo Padrés Elías, ah, y Oaxaca con Gabino Cué Monteagudo, que no sólo son ellos, sino detrás de cada uno hay un grupo de bandidos impunes que se han robado el dinero público, de programas tan sensibles en el caso de Oaxaca, como son los que pertenecen a programas de salud y al campo, donde moran nuestros miserables campesinos.

Pero todo eso es peccata minuta, si tenemos en cuenta que la memoria del pueblo es mala, por eso con rapidez dejamos en el olvido delitos obvios, aquí habría que recordar y reconsiderar el tema de la “Casa Blanca” de Peña Nieto y no de la “Gaviota”, porque lo cierto es que habría que buscar la raíz de la procedencia de ese pago de diezmo, si Peña Nieto, tuvo un recurso para obra pública de treinta y ocho mil quinientos millones para el Estado de México, cuando fue gobernador de esa entidad, entonces el equivalente al diez por ciento de “moche”, le correspondieron tres mil ochocientos cincuenta millones de pesos, con lo que ochenta y siete millones del valor de la “Casa Blanca”, equivalen a una mínima parte del monto total del diezmo de corrupción, que no se investigó ni en la Fiscalía del Estado de México, ni en la PGR, con Murillo Karam al frente.

Como tampoco sucederá nada en Oaxaca, con los descarados robos millonarios que se ejecutaron en contra del erario público, pero sobre todo, en contra de los usuarios de los servicios de salud, en contra de programas sociales en el propio DIF.  Entre tanto, el gobierno del Estado actualmente, solo se la lleva en declaraciones y sin que la ciudadanía se entere de alguna acción concreta que permita considerar la posibilidad de recuperar sus recursos robados.

Por eso, los que escribimos como periodistas, columnistas o simplemente lo hacemos por afición, debemos mantener en la memoria de la población los datos de los hechos que de forma reiterada se ejecutan en contra de la sociedad por parte de los gobernantes, de los diputados y de las autoridades procuradoras y administradoras de justicia, desde luego, en complicidad con particulares y empresas como grupo Higa y tantas y tantas más que resultan ser propiedad de funcionarios y solo maquilladas por prestanombres. Quizás en mediano plazo, cuando debería ser a corto plazo, la sociedad reaccione y se dé cuenta que con discursos, con los mismos personajes en el gobierno, en las cámaras de diputados y de senadores, así como en los tribunales de justicia y fiscalías, solo seguiremos como los caballos en la noria, dando vueltas en el mismo lugar, cuando lo que necesitamos es detonar un movimiento social que ejecute a los bandidos que han abusado de la confianza del voto y de la pasividad de muchos ciudadanos que ni votan, ni participan en los asuntos públicos relacionados con el gobierno, que solo sufren estoicamente las barbaridades de estos delincuentes.

Aunque se implementen programas, se expongan propuestas, se escuchen y se pronuncien discursos de ciudadanos o de gobernantes, nada cambia, nuestra dolorosa realidad está en una pendiente, la sociedad es estoica, por eso abusan, pero ojala pronto se diera en la realidad, lo que se afirma en un proverbio popular, que el valiente vive mientras el cobarde quiera, ojala que sea pronto, porque el pueblo ya no aguanta… a tanto bandido pisoteándolo, por todos los lados, por todas partes…