Redacción/RIOaxaca. Foto: Erick David Torres
Oaxaca de Juárez. El 10 de mayo es la celebración del día de la madre en México y en otros países, una fecha muy importante para todos, porque sirve para recordar todo lo que hacen las mamás por nosotros. Además de que se aprovecha para consentirlas, darles un regalo y regresarles un poco de todo lo que ellas han hecho.
Es una fecha que no puede pasar desapercibida; flores, joyas, chocolates, grandes comidas y cenas, se mezclan para conmemorar a las insustituibles madres mexicanas. El festejo, con más de cien años de tradición en México, fue instituido por un destacado periodista inspirado en la celebración realizada en Estados Unidos.
Los orígenes de la festividad se remontan a la Grecia antigua. El Día de las Madres se celebraba en honor de Rhea , conocida como ‘la madre de los dioses’.
Durante el siglo XIX hubo algunas propuestas para dedicar un día a homenajear a las madres, pero no fue sino hasta 1907 cuando Ana Jarvis, nacida en Filadelfia, Estados Unidos, se reunió con un grupo de amigos y les planteó el reto de trabajar para que se estableciera una fecha para esta celebración. A partir de ese momento comenzó una campaña para hacer que las autoridades accedieran a tal petición.
Pronto se unieron amigos, vecinos y conocidos, quienes a través de folletos y textos en periódicos locales propagaron la idea en su comunidad. En 1908 se celebró la primera ceremonia no oficial para conmemorar a las madres en una iglesia metodista de Grafton, Virginia.
El evento tuvo lugar el 10 de mayo del citado año y acudieron 407 mamás acompañadas de sus familias. En la ceremonia, Ana Jarvis regaló a cada madre presente un clavel, la flor favorita de su propia madre, quien había fallecido pocos años antes; desde entonces el clavel es representativo de este día.
En México, la celebración comenzó en 1922, según el investigador del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México. Se escogió mayo por ser el mes consagrado a la Virgen y el 10 porque en aquella época en México se pagaba en las decenas, aunque otras fuentes sitúan el primer día de la madre mexicano en Oaxaca en 1913, cuando la esposa de un presbítero metodista encontró una revista donde se comentaba el festejo y decidió retomar la idea. México fue el primer país latinoamericano en sumarse a esta conmemoración, y tal importancia adquirió la devoción a la madre que el 10 de mayo de 1949 se inauguró en la capital una gran escultura en honor a la madre.
Por ello miles de personas compran flores y reservan en restaurantes para celebrar el Día de la Madre en México, el cual se presenta como una de las festividades más esperadas a lo largo del año.
Una costumbre extendida en México es comer fuera toda la familia, y los restaurantes se reservan al menos diez días antes para encontrar sitio.