Proceso.
Ciudad de México. A ocho días de haberse encendido las alarmas en la Sierra Mixe por problemas agrarios entre los municipios de San Pedro y San Pablo Ayutla y sus vecinos de Tamazulapan del Espíritu Santo, quienes presuntamente se disputan un “manantial”, el conflicto sigue sin resolverse y, lo peor, ha dejado sin agua a toda una comunidad indígena.
En respuesta, las autoridades municipales de Ayutla tomaron medidas legales y de presión, como el bloqueo carretero a Tamazulapan, para exigir que el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa intervenga y cesen las hostilidades.
De acuerdo con los vecinos de Ayutla, la situación se ha tornado aún más tensa, porque dentro de las hectáreas recién invadidas han quedado encerradas familias de tres parajes conocidos como Rancho Ardilla, Don Cipriano-El Capulín y Rancho Minas, quienes han sido hostigados y amenazados por habitantes y autoridades de Tamazulapan.
Explicaron que las alarmas se activaron en Ayutla desde la madrugada del pasado domingo 14, cuando se reportó el robo de dos cabezas de ganado propiedad de un comunero en el territorio que después sería invadido por Tamazulapan.
La invasión consta de aproximadamente 150 hectáreas, con la consecuente afectación a 10 familias que fueron despojadas de sus viviendas y de todos los medios de subsistencia, ya que las casas fueron destruidas y los bienes robados.
Sin embargo, lo que más preocupa es que el jueves 18 los habitantes de Tamazulapan invadieron el manantial que provee del vital líquido a la comunidad de Ayutla y destruyó el bosque que rodea al lugar que se mantenía como reserva ecológica.
“En estos momentos, la operación de la infraestructura del manantial para captación de agua, como tanques y tuberías, se encuentran invadidas por Tamazulapan y han sido dañadas”, denunciaron los afectados.
Añadieron: “Esta situación es particularmente preocupante para la comunidad de Ayutla dada la actual ola de calor que afecta a la mayor parte del país. Los actos de Tamazulapan han puesto en riesgo el suministro de agua y esto afecta sobre todo a personas de la tercera edad, personas enfermas, niños y mujeres embarazadas de Ayutla”.
Tras considerar los hechos como una grave agresión, los pobladores señalaron que el agua “es un derecho humano y ningún desacuerdo debe violentarlo”.
Destacaron que, según estudios realizados por dependencias oficiales, Tamazulapan cuenta con suficiente suministro de agua, “pero con sus actos ha privado del mismo a la población de Ayutla”.
Recordaron que las agresiones que Tamazulapan ha realizado en contra de los habitantes de Ayutla se encuentran enmarcadas en un añejo conflicto agrario entre ambos municipios, y por esta situación no ha sido posible determinar los linderos.
La comunidad de Ayutla lamentó que en lugar de sentar bases para una posible solución, Tamazulapan, más allá del conflicto agrario, cometa delitos penales como despojo y robo en contra de familias inocentes.
Señalaron que no es la primera vez que pobladores de ese municipio agreden a algún pueblo vecino, porque ya ocurrió con Tlahuitoltepec, Tepantlali y Cacalotepec, que han sufrido despojos e incluso pérdidas humanas.