Alfredo Martínez de Aguilar.
El Día de la Libertad de Expresión, que no celebración, porque el baño de sangre de periodistas en Oaxaca y México no es motivo de fiesta, es ocasión propicia para compartir propuestas.
El deshonroso segundo lugar nacional de Oaxaca en agresiones y asesinatos de periodistas, obliga a echar mano de la imaginación y creatividad, para hacer frente a esta trágica realidad.
No basta, sin embargo, con perfeccionar las leyes en materia de protección a los periodistas, si no se refuerzan con acciones revolucionarias por innovadoras, para apoyarles económicamente.
A los periodistas oaxaqueños constan casos dramáticos de compañeros enfermos que no tienen dinero para comprar medicamentos o, en el peor de los casos, para sepultarles tras fallecer.
Dada su amplia y exitosa experiencia en el manejo financiero del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda de los Trabajadores (INFONAVIT), Alejandro Murat, puede pasar a la historia.
Lo hará, si se convence de la imperiosa necesidad de crear el Fondo Estatal de Protección a Periodistas, a fin de apoyar económicamente a quienes sufran atentados o sean asesinados.
Para evitar su distorsión o su desaparición al concluir el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, la LXIII Legislatura del Congreso del Estado puede introducir férreos candados en su creación.
Los beneficios del fondo deben hacerse extensivos, desde luego, a todos aquellos periodistas que padezcan alguna enfermedad crónico degenerativa o terminal en apoyo a sus familias.
Indispensable es aclarar que no se trata de endosar, de ninguna manera, al Gobierno de Oaxaca las obligaciones patronales en materia de prestaciones sociales establecidas constitucionalmente.
Tampoco se trata de abusar de los propietarios y concesionarios de los medios de comunicación, sino de hacer un llamado a su conciencia para proteger la mano de obra de los periodistas.
Por el contrario, se trata de ir más allá de los esfuerzos realizados hasta ahora por los gobiernos federal y estatales para formar un sólido frente común entre los gobiernos y los periodistas.
Qué mejor que replicar con visión y sensibilidad, generosidad y solidaridad gremial, el espíritu del modelo de aportación tripartita del Fondo Nacional de la Vivienda de los Trabajadores.
Dicho modelo financiero privilegia la corresponsabilidad entre los sectores público, privado y social, con las aportaciones del Gobierno federal, los patrones y los propios trabajadores.
Este esquema de economía mixta que permitió hacer realidad el Milagro Mexicano con el desarrollo estabilizador por 40 años, es un exitosa experiencia que debe rescatarse y replicarse.
No se trata de añorar con malentendida nostalgia el pasado, porque éste no siempre fue mejor, sino de cerrar filas entre los sectores involucrados en materia de periodismo y comunicación.
Sin que sea un fideicomiso, por su complicado manejo y alto costo de operación, podrían hacer aportaciones al fondo los dueños de medios, los propios periodistas y el Gobierno del Estado.
Por mínimas que sean las aportaciones, cuyo monto debe acordarse por consenso por las partes involucradas, siempre serán un gran apoyo para los periodistas en desgracia y para sus familias.
Debido a la grave crisis económica que enfrenta Oaxaca y los medios de comunicación, impresos, electrónicos y digitales, aumenta el número creciente de periodistas independientes.
Como es lógico y natural este amplio sector de periodistas, muchos de ellos jóvenes recién egresados de ciencias de la comunicación, carecen de todo tipo de prestaciones sociales.
Con un espíritu emprendedor algunos, se han convertido en microempresarios al crear pequeños negocios de la comunicación, por lo que han proliferado portales y agencias informativas.
Estos cientos o quizás miles de trabajadores autónomos del periodismo y la comunicación en las ocho regiones del Estado pueden hacer un esfuerzo y participar con sus aportaciones al Fondo.
Durante la administración del gobernador José Murat, las diversas organizaciones de periodistas obtuvimos un gran logro al conseguir en comodato la Casa del Periodista Oaxaqueño.
La Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO), la Organización Periodística Independiente Oaxaqueña (OPIO) y del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, realizaron la gestión.
Hoy, 13 años después, el gobernador Alejandro Murat, puede pasar a la historia al continuar el apoyo a los periodistas oaxaqueños con la creación del Fondo Estatal de Protección a éstos.
Los recursos tripartitas del fondo permitirían financiar la permanente capacitación de los periodistas y comunicadores oaxaqueños, con el propósito de consolidar su profesionalización.
Alcanzar esta ambiciosa meta permite hacer realidad la estrategia ganar-ganar al resultar beneficiados, primeramente los factores de la producción, dueños de los medios y periodistas.
Por más capital económico que tengan, los propietarios y concesionarios de los medios, jamás deben olvidar que los periodistas como trabajadores de sus empresas, son su mayor activo.
Otros, de los principales beneficiados con la profesionalización y protección de la integridad y vida de los periodistas, son el propio Gobierno y el pueblo de Oaxaca y México en general.
Así es que con la creación del Fondo Estatal de Protección a los Periodistas Oaxaqueños y la aportación de los propietarios de los medios, periodistas y Gobierno, todos saldríamos ganando.
No se trata, de ninguna manera, de descubrir el agua tibia o el hilo negro. Hay exitosas experiencias en varias entidades de la República Mexicana como Morelos y Guerrero.
En reciente reunión con el Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores, se las hicimos saber al Coordinador General de Comunicación del Poder Ejecutivo, Alfonso Martínez Córdoba.
Con gran sensibilidad el responsable de la comunicación de Alejandro Murat Hinojosa, se mostró muy interesado en explorar estas exitosas experiencias y comentarlas con el gobernador.
Es de suma importancia el diálogo entre el Coordinador General de Comunicación del Poder Ejecutivo y el propio gobernador Alejandro Murat con las organizaciones de periodistas.
Ello permitirá conocer de viva voz los problemas y demandas más sentidas de los periodistas oaxaqueños y encauzar institucionalmente las mismas para encontrar la mejor solución.
Reviste singular trascendencia la atención de las denuncias por agresiones y asesinatos de periodistas oaxaqueños, a fin de dejar atrás el deshonroso segundo lugar nacional en este rubro.
La criminalística ha demostrado que no hay crimen perfecto y que con voluntad política, se puede identificar a los autores materiales e intelectuales de los atentados a los periodistas.
Llevarles ante los tribunales es un acto de estricta justicia de los gobiernos que lo consiguen, confiamos que Alejandro Murat no permitirá impunidad en los crímenes contra los periodistas.
Con la detención de Germán Tenorio, obligado es expresar nuestro reconocimiento público al gobernador por su voluntad política de cumplir su promesa de respetar y hacer respetar la ley.
