Ignacio Martínez Platas/RIOaxaca.
Oaxaca de Juárez. La Refinería de Petróleos Mexicanos “Antonio Dovalí Jaime”, podría ser uno de los principales puntos de ordeña de combustible en que estarían involucrados trabajadores y personal de seguridad de la paraestatal.
Uno de los accesos que carece de vigilancia por personal de seguridad, aparentemente por indicaciones de las autoridades de la paraestatal, con salida a la agencia municipal de Boca del Río, sería la entrada y salida utilizada por quienes ordeñan los ductos y válvulas de la refinería.
En ese sector circulaba Martín Alberto Balderas a bordo de la pipa, cuando el vehículo explotó e inició el incendio que posteriormente alcanzó la Casa de Bombas en donde más de 5 mil litros de crudo se consumieron durante los tres días en que el fuego se salió de control.
De acuerdo a los trabajadores, el lugar se encontraba saturado de combustible y por la inundación provocada por las lluvias de la Tormenta Tropical Calvin, la gasolina y el agua se mezclaron peligrosamente y sólo bastó una chispa para provocar la explosión.
Según trabajadores de la refinería, al parecer la pipa se encontraba cargada de combustible, por lo que la explosión fue inminente y con ello el incendio que se extendió en tan solo unos segundos.
La tarde del viernes fueron inhumados los restos del elemento contra-incendios de la Refinería
“Antonio Dovalí Jaime”, de quien confirmaron sus compañeros de labores, que él conducía la pipa que provocó la explosión y posterior incendio en la Casa de Bombas del complejo petroquímico.
La muerte del trabajador Martín Alberto Balderas, presuntamente ocurrió al explotar la pipa, ya que el cadáver no presenta quemaduras, pero sí múltiples fracturas y fue encontrado a unos metros del vehículo totalmente calcinado.
Por ello, sus compañeros deducen que la explosión y el incendio sobrevinieron por algunas chispas emanadas del tubo de escape, aunado a que el lugar se encontraba inundado de residuos de combustible.
Señalan los trabajadores petroleros que será muy difícil contar con un peritaje real de cómo se produjo la explosión y el incendio, por el estado en que quedaron las instalaciones de la Casa de Bombas, los ductos y válvulas.
Algunas partes de las instalaciones quedaron derretidas por las altas temperaturas que provocó el incendio, en tanto que, en otras áreas, de las estructuras quedaron solo fierros retorcidos.
Sin embargo, exigieron una investigación a fondo de ésta tragedia que dejó efectos colaterales en el medio ambiente y al descubierto la vulnerabilidad de los cuerpos de emergencia y de seguridad, que también mostraron la falta de coordinación en éste tipo de contingencias.