Excélsior.
Ciudad de México. Para junio Pemex ya solicitó el segundo mayor pedido de gasolina extranjera en su historia, luego de que se suspendieron las operaciones en la refinería Antonio Dovalí Jaime, de Salina Cruz, Oaxaca.
Dicho complejo cerró las 26 plantas encargadas del procesamiento y transformación del crudo en gasolinas, diesel y una centena de productos intermedios y finales, luego de que se inundara e incendiara a causa de la tormenta tropical Calvin.
Pemex solicitó un monto adicional de gasolina por 70 mil barriles diarios para compensar la que en junio dejaría de producirse en Oaxaca y así evitar un desabasto como a finales del año pasado.
El programa oficial de volúmenes de importación para julio, al que Excélsior tuvo acceso, quedó en más de 572 mil barriles diarios, sin incluir los montos adicionales que Pemex acostumbra anexar cada mes.
Es decir que si en julio a los 572 mil barriles diarios ya autorizados se incluyeran cargamentos adicionales por 83 mil barriles diarios que la refinería de Salina Cruz dejará de producir, en promedio, significaría que más de 80% de los 815 mil barriles diarios que se requieren diariamente serían traídos del extranjero.
Estos niveles de importación son inéditos, porque todavía hace cinco años más de la mitad de la gasolina que se distribuía en el país era de manufactura nacional.
El cierre en la refinería obliga a importar más
Se trata del segundo mayor pedido de hidrocarburo al extranjero.
Desde la suspensión de operaciones en la principal refinería mexicana, la Antonio Dovalí Jaime, de Salina Cruz, Oaxaca, debido a inundaciones y a un incendio, Petróleos Mexicanos ha tenido que importar volúmenes adicionales de combustible por 70 mil barriles diarios (MBD), para evitar el desabasto.
Como la empresa petrolera ya confirmó que la refinería de Salina Cruz continuará sin operar lo que resta de junio y todo julio, mediante el oficio DGTRI-SAC-GSNI-417-2017 solicitó el segundo mayor pedido de importación de gasolinas de su historia, para quedar en 572.59 miles de barriles diarios durante el próximo mes, sin incluir los montos adicionales que Pemex acostumbra anexar mensualmente.
El primer programa con más volumen de importación se dio en diciembre pasado, previo al gasolinazo, cuando varias zonas del país padecieron desabasto de combustible y Petróleos tuvo que importar 577 mil barriles diarios.
Así, mientras que el programa oficial de junio era de 452 mil barriles diarios, se modificó para agregarle otros 70 mil MBD.
Significa que si en julio, a los 572 MBD que ya se autorizaron se suman cargamentos adicionales de gasolina por los 83 MBD que la refinería de Salina Cruz dejará de producir el siguiente mes, en promedio (ver tabla), significa que más de 80% de los 815 mil barriles que México requiere para abastecer a la población cada día, sería traído del extranjero.
Estos niveles de importación son una situación inédita, porque hasta hace cinco años, más de la mitad de la gasolina que se consumía en el país era de producción nacional.
La refinería Antonio Dovalí Jaime tuvo que ser cerrada desde el 13 de junio por el paso de la tormenta Calvin, que provocó inundaciones y, al día siguiente, un incendio en el cuarto de bombas.
Las 26 plantas encargadas del procesamiento y transformación del crudo en gasolinas, diesel y una centena de productos intermedios y finales detendrán su producción al menos hasta el 30 de julio. En Salina Cruz es donde se procesan los mayores volúmenes de gasolina nacional. Esa refinería, una de las seis que hay en México, procesa 38% de la gasolina doméstica. De Salina Cruz, en promedio, han salido 83 mil barriles diarios de 2013 a la fecha, mientras que en la refinería de Ciudad Madero, Tamaulipas, se reportan los números más bajos de producción, pues sólo se han distribuido 38 mil barriles por día en cinco años, en promedio, de acuerdo con cifras de Pemex.
Después del incendio en la refinería de Salina Cruz, la empresa productiva del Estado solicitó un monto adicional de gasolina extranjera por 70 mil barriles diarios, para compensar la gasolina que dejaría de producirse en Oaxaca en junio y así evitar un desabasto, como sucedió a finales de 2016 y principios de 2017.
“Petróleos Mexicanos reitera a sus clientes que ha tomado diversas medidas para garantizar el abasto oportuno de combustibles en la zona”, confirmó en un comunicado.
Dan mantenimiento
De acuerdo con empleados de la refinería de Salina Cruz, el cierre de las 26 plantas de la refinería se debió a los trabajos que la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) ha realizado en las instalaciones, luego del incendio del 14 de junio ocurrido en el cuarto de bombas.
De hecho, la petrolera informó en un comunicado que Pemex Transformación Industrial ha llevado a cabo diversas acciones entes de reiniciar las operaciones, como limpieza y rehabilitación del sitio afectado y mantenimiento en general. También se elabora un Análisis Causa Raíz (ACR) completo, con el fin de conocer los factores que dieron origen a la emergencia.
Fue hasta el lunes 19 de junio, cuatro días después del incendio, cuando la plantilla de tres mil 500 trabajadores, entre sindicalizados y de confianza, pudo ingresar a las instalaciones de Pemex.
“Los compañeros continuarán presentándose a trabajar en los tres turnos, aunque no están autorizados para operar ningún equipo”, dijo una fuente.
El área de distribución de los productos refinados, según la fuente, trabaja con normalidad mediante la Terminal de Ventas Terrestre o Terminal de Almacenamiento y Reparto (TAR), la cual abastece a las estaciones del Istmo de Tehuantepec y Costa, en Oaxaca; así como a Chiapas, Veracruz, Tabasco, Yucatán y Ciudad de México.
La Terminal Marítima de Pemex Refinación también trabaja sin contratiempos, a través de los buques-tanque, donde se exporta petróleo crudo y se transporta combustible a otras entidades del litoral del océano Pacífico.