Oaxaca de Juárez. La falta de atención de los conflictos sociales y políticos en Oaxaca ha provocado una escalada de violencia e ingobernabilidad en la entidad, señaló el coordinador de la Fracción Parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) en la LXIII Legislatura, Juan Mendoza Reyes.
“Pese a que durante al menos dos meses se registraron protestas, denuncias públicas y bloqueos en la colonia González Guardado, en la agencia Vicente Guerrero y asentamientos aledaños al basurero municipal de la Villa de Zaachila, éstas no fueron tomadas en cuenta”, lamentó.
Y sostuvo que los hechos acontecidos este lunes 3 de julio que dejaron como saldo víctimas mortales, daños materiales y desplazados, son producto de la omisión de las autoridades y la ambición de grupos políticos.
Agregó que como en este caso, en Oaxaca los conflictos no se atienden hasta que escalan a grados de violencia graves, de ahí que demandó la instauración de una política que brinde respuesta a las demandas de la ciudadanía.
Mendoza Reyes aseguró que la sociedad exige soluciones a las problemáticas que enfrenta. “Si ya se había denunciado el cobro de derecho de piso a los colonos, por qué no se investigó y se sancionó”, cuestionó el legislador.
“Los acuerdos entre las autoridades con agrupaciones no pueden, no deben, no tendrían por qué estar por encima de la ley, pero sobre todo, del bien de las mayorías. Ante lo que resulta prioritario terminar con las prebendas”, demandó.
Y recordó que durante el primer periodo ordinario de sesiones, presentó un punto de acuerdo para exhortar al gobernador a informar el monto y la manera en la que se distribuyen recursos a organizaciones sociales.
Reiteró que es urgente la aplicación de la ley, sin distingos, para evitar la ingobernabilidad en la entidad y la permisión de actos que lesionan el estado de derecho.
Así también, convocó a la sociedad a establecer un frente por el desarrollo de la entidad, que garantice el cese del chantaje, principalmente en fechas como julio, cuando se celebra La Guelaguetza.
Denunció que la máxima fiesta de los oaxaqueños ha sido tomada como rehén por diversos grupos, lo que ha ocasionado que se agudicen los conflictos, de ahí que las autoridades y la sociedad requieran establecer un pacto para garantizar la libre afluencia turística, principal actividad económica del estado.