La crisis venezolana

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Antonio Moreno Castañeda.

Lo ocurrido en Venezuela se debe de ubicar dentro del ascenso de los partidos izquierdistas latinoamericanos, muchos de los cuales llegaron al poder en la primera década del siglo XXI, como fueron los casos de Brasil, Ecuador, Bolivia, Argentina, Chile, Uruguay y, desde luego, el primero mencionado. Esto pasa a finales del siglo XX y principios del XXI, dentro del marco de los primeros años de la postguerra  fría, cuando los gobiernos de izquierda habían caído en Europa Oriental y en la propia URSS.

Esta izquierda latinoamericana tendría, necesariamente, que democratizarse y también replantear muchos de sus elementos ideológicos, en este contexto mundial es donde en América Latina toma fuerza lo que se podría denominar la “nueva izquierda latinoamericana”, retomando muchas de sus “banderas” históricas. Sin embargo el caso de Venezuela fue particularmente difícil, pues desde un principio Hugo Chávez chocó fuertemente con los sectores opositores a su gobierno, además de irse, poco a poco, enfrentando con el gobierno de Estados Unidos, este gobierno de Chávez Frías emprendió programas de ayuda social, en gran medida respaldado con generosos ingresos petroleros que obtuvo Venezuela conforme iba subiendo el precio del petróleo.

Muchos de los movimientos de izquierda que llevaron a la presidencia de Venezuela a Hugo Chávez, y que en la actualidad respaldan el gobierno de Nicolás Maduro, decidieron agruparse en el Partido Socialista Unido de Venezuela –PSUV-, que de alguna forma tiene una estructura corporativa; este régimen de Chavéz-Maduro, con su base social del PSUV, estableció por una parte programas importantes de ayuda social, pero por otro lado propició también la corrupción vinculada a su estructura partidista y “alimentada” por los recursos obtenidos de la venta de petróleo, desde luego la corrupción en Venezuela no nació con el gobierno de Hugo Chávez, viene de muchísimos años atrás, pero en los últimos años el petróleo se transformó en un factor determinante en la vida venezolana, tanto para poder pagar beneficios sociales como para fomentar la corrupción. (www.bbc.com/mundo/noticias/2013/12/131203_venezuela_corrupcion_transparencia_dp)

La oposición venezolana radicalizó también sus posiciones en este conflicto, que en los últimos meses ha llevado a la ruptura del orden constitucional, toda parece indicar que el desenlace de este conflicto será muy complicado, pues las posiciones de las fuerzas gobiernistas y la oposición está totalmente polarizadas, además de la escasez de alimentos y medicinas básicos; las posiciones de los gobiernos de Estados Unidos y México lo único que han hecho es complicar más este problema, pues ambos gobiernos muestran un apoyo tácito a las posiciones de la oposición, al inmiscuirse en asuntos internos de Venezuela sobre todo en cuanto a que si su nueva Asamblea Constituyente es legítima o no, asunto que, por lógica, deben de resolver los venezolanos exclusivamente, y no le compete a nadie más. La posición más ecuánime es la del canciller ruso Lavrov quién, sin inmiscuirse en los asuntos internos de la nación venezolana, ha expresado la posición de la Federación Rusa llamando a la reconciliación entre las partes. Parece que en el fondo está, en realidad, la disputa por el petróleo de Venezuela, cuyo control ambiciona tener el gobierno estadounidense, por ser este recurso un importante factor geopolítico.