Ojos rojos, dolores de cabeza o sueño en niños: síntoma de deficiencia visual

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Oaxaca de Juárez. Existen ocasiones en las cuales un pequeño puede quejarse de dolores constantes de cabeza, ojos irritados o hasta presentar sueño, y con ello una baja a nivel escolar. Sin embargo estos síntomas pueden deberse a una deficiencia visual.

Al respecto el Oftalmólogo del Hospital General Zona 1 del IMSS, José Luis Cabrera Rojas, indica que, normalmente los padres de familia en los primeros años escolares de sus hijos es cuando notan que estos presentan deficiencia visual, pues una simple acción como comenzar a reconocer objetos o letras se les dificulta, más aun cuando comienza a leer.

La dificultad es que no siempre resulta sencillo darse cuenta que el niño tiene problemas de visión, por lo que lo recomendable es realizar una revisión oftalmológica cuando son recién nacidos y otra cuando tengan por lo menos tres años de edad, así continuar con constantes visitas al especialista para asegurarse de la correcta visión de los menores.

Si este padecimiento no es corregido en un tiempo determinado puede repercutir más adelante en hipermetropía, astigmatismo y la miopía. Por lo que la detección temprana de los problemas visuales en los niños es muy importante ya que el niño no sabe que ve mal y cree que los demás ven igual que él, por lo que no manifestará su deficiencia. Indicó Cabrera Rojas.

De los signos que indican que un niño puede tener problemas en la vista se encuentra el frotarse los ojos constantemente, extrema sensibilidad a la luz, movimiento anómalo de los ojos, enrojecimiento crónico de los ojos, lagrimeo crónico de los ojos, una pupila blanca en vez de negra, dolores de cabeza, sueño, etc.

Finalmente el Oftalmólogo del IMSS exhorta a los padres de familia a estar atento ante cualquier signo que indique una visión deficiente, así podrá ahorrarse problemas en el presente y en el futuro. Alguno de los consejos a seguir en casa, son; cuando se tenga periodos largos frente a las pantallas descansar cada 15 minutos durante cinco minutos fijando la mirada al punto más lejano posible, evitar frotar los ojos con las manos sucias.