México Social.
Ciudad de México. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino del Instituto Nacional de Salud Pública, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en la población escolar, es decir: de 5 a 11 años de edad, fue de 33.2% en 2016
Por otra parte, la prevalencia de obesidad y sobrepeso en adolescentes de 12 a 19 años de edad fue de 36.6%. Estos datos no muestran una mejora en salud significativa con respecto de la misma encuesta, realizada en 2012.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2016 también midió la diversidad de la dieta de las personas en edad escolar y en adolescentes. Se observó que pocos escolares son consumidores regulares de grupos de alimentos asociados con mejores niveles de salud, pues sólo 22.6% de los niños consumen regularmente verduras, 45.7% frutas y 60.7% leguminosas.
Por el contrario, en este grupo de población se observó un consumo elevado de alimentos que no se recomienda consumir cotidianamente, pues de hacerlo aumentan los riesgos de padecer obesidad o enfermedades crónicas. Por ejemplo, 81.5% de las personas en edad escolar consumen regularmente bebidas azucaradas no lácteas, 61.9% botanas, dulces y postres y 53.4% cereales dulces.
En los adolescentes también se observaron bajas proporciones de consumidores regulares de alimentos recomendados para tener una vida sana: sólo 26.9% consumen regularmente verduras, 39.2% frutas, 63.1% leguminosas. Asimismo, en este grupo etario se observó una elevada proporción de consumidores de grupos de alimentos no recomendables para comer cotidianamente, pues 83.9% consumen regularmente bebidas azucaradas no lácteas, 59.4% botanas, dulces y postres y 50.3% cereales dulces.
El Instituto Nacional de Salud Pública señaló en 2015 que las niñas y niños que consumen refrescos tienen 2.4 veces más probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad que aquellos que no lo hacen.
De acuerdo con el estudio Obesidad en México: recomendaciones de una política de estado, realizado por la Academia Nacional de Medicina en 2012, la salud infantil en esta materia está vinculada, entre otros factores sociales, con el consumo, la publicidad engañosa y el diseño adictivo de productos. Por ello, es urgente reflexionar sobre la necesidad regular el consumo, el diseño y la venta de los productos vinculados a los alimentos y a su ingesta. También es fundamental que nuestro gobierno emprenda acciones de prevención para combatir la epidemia de la obesidad y el sobrepreso infantil.