Aún no llega el gran sismo, advierte titular del Sismológico

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Excélsior.

Ciudad de México. Aun cuando fue calificado por el presidente Enrique Peña Nieto como el temblor más fuerte en 100 años, el movimiento del 7 de septiembre no es aún el sismo devastador que muchos esperan ocurran en México. Así lo aclaró Xyoli Pérez Campos, titular del Servicio Sismológico Nacional, en conferencia de prensa en el Instituto de Geofísica de la UNAM.

El sismo que se ha mencionado por varios años corresponde a las costas de Guerrero en la zona conocida como el GAP de Guerrero, ahí es donde se ha comentado que se espera ese sismo magnitud 8, el del jueves está ocurriendo en la zona del Istmo de Tehuantepec”, advirtió la titular del Sismológico.

Se sabe que un sismo de esa magnitud puede ocurrir en el país por ubicarse en una zona de alta actividad sísmica, pero es imposible predecir el día y la hora cuando sucederá, por eso la investigadora llamó a evitar la difusión de rumores, pues en las redes estuvo circulando la supuesta fecha de un próximo terremoto de magnitud 7.9.

La doctora Pérez estuvo acompañada de un grupo de expertos que explicaron por qué el sismo del siete de septiembre de 2017 no fue tan destructivo como el de 1985 a pesar de que fue de una magnitud mayor, sin embargo, la intensidad menor, la distancia del epicentro y un tipo de movimiento distinto al fenómeno de hace casi 32 años, hicieron que los efectos en la capital mexicana fueran menores.

Se trató de un sismo con una magnitud de 8.2, una décima arriba del terremoto más devastador en la historia del país, pero la magnitud fue un tercio menor a la reportada en el 85, así lo explicó Leonardo Ramírez, jefe de la Unidad Sismológica del Instituto de Ingeniería de la UNAM, en una conferencia de expertos en sismos realizada en el Instituto de Geofísica de la Universidad.

Las mediciones que tenemos en la estación Ciudad Universitaria fueron aproximadamente de nueve centímetros por segundo al cuadrado y durante 85 fue del orden de 30 centímetros por segundo al cuadrado, en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que es otra de nuestras estaciones de referencia más o menos se guarda una relación similar.”

Es muy importante distinguir magnitud de intensidad son dos conceptos completamente diferentes, magnitud corresponde al tamaño del sismo, la energía que se libera en el lugar donde se origina, e intensidad se refiere al efecto, a la aceleración, al movimiento del terreno”, explicó a Excélsior Xyoli Pérez.

El segundo punto que marcó la diferencia entre ambos movimientos telúricos y su impacto en la Ciudad de México es la distancia al epicentro, más de 650 kilómetros separan a la ciudad de México de Pijijiapan Chiapas, punto de origen del seísmo del jueves. En contraste entre la Ciudad de México y el centro de partida del terremoto en las costas de Michoacán es de menos de 400 kilómetros, de acuerdo a los datos compartidos por Pérez Campos, jefa del Servicio Sismológico Nacional (SSN).

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La diferencia también se encuentra en el tipo de movimiento, lo del jueves se trató de una falla de tipo normal y la del 85 fue una falla inversa. “El sismo de anoche (jueves) ocurrió dentro de esta placa (la de Norteamérica) y tiene un movimiento vertical, la representación gráfica que los sismólogos usamos para representar esa falla y el movimiento de la misma se ve muy diferente al del 85”, detalló Xyoli Pérez.

El temblor de este año igualó la magnitud de un registrado en 1932 en Colima y junto con el de 1985 son los fenómenos más fuertes que han sucedido en México desde que existió el Servicio Sismológico Nacional, antes del estudio oficial se tienen datos de un sismo de magnitud entre 8.4 y 8.6 con epicentro en Oaxaca.

El Tsunami después del sismo

Quince minutos después del temblor con epicentro en Pijijiapan Chiapas, se registró un tsunami de intensidad relativa, de acuerdo a Jorge Zavala Jefe del Servicio Mareográfico.

Tuvimos un tsunami de relativa importancia alcanzando entre la cresta y el valle, o el máximo y mínimo de una onda hasta tres metros en algunos de los sitios que monitoreamos, en otros sitios alrededor de dos metros, afortunadamente no tuvo una amplitud tan grande como la que puede ocurrir o estar asociada a un sismo de esta intensidad”.