Por sismos, caen las ventas de flores para altares de muertos en Oaxaca

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La Jornada.

Ante la escasa demanda, Vicenta López Sosa redujo el precio de las flores utilizadas tradicionalmente para la celebración del Día de Muertos en la comunidad de Puente Madera, municipio de San Blas Atempa, Oaxaca.

Juchitán, Oax.- Vendedoras de flores de cempasúchil y cresta de gallo –utilizadas en los altares de Día de Muertos– de la comunidad de Puente Madera, municipio de San Blas Atempa, y de Juchitán bajaron sus precios debido a que no hay demanda, pues gran parte de los consumidores perdió sus viviendas en el sismo del 7 de septiembre.

Vicenta López Sosa, productora y comerciante de Puente Madera, explicó que cultivó un par de hectáreas, pero se han vendido pocas flores y a bajo precio debido a que los damnificados no podrán conmemorar la tradición del Día de Todos Santos o Xandu’, como se le conoce en el Istmo de Tehuantepec.

Ofrece su producto a un costado de las ruinas del lado sur del mercado 5 de Septiembre, entre escombros. Tardó más de seis horas en vender sus racimos.

El año pasado vendíamos a 25 pesos cada manojo de cempasúchil y a 10 la rama de cresta de gallo, pero ahora cada ramo está en 15 pesos y damos cinco flores de cresta de gallo por 20 pesos, detalló.

“Son pocos los que harán altares o retablos –conocidos como biguie’–. Aunque sea poco, pero estamos vendiendo”, agregó.

La vivienda de Vicenta colapsó en el terremoto y esperaba obtener más dinero de la cosecha y venta de flores.

Jacinta Toledo no cultiva flores, sino que las compra en San Blas Atempa y revende en Juchitán. Aunque redujo sus precios la venta está muy floja. Ojalá aumente este lunes y martes, cuando se celebra el Día de Todos Santos en este pueblo. Es nuestra esperanza, comentó.

En Juchitán, Unión Hidalgo, Xadani y San Blas Atempa, entre otras localidades, el Día de Muertos se celebra el 30 y 31 de octubre y no el primero y 2 de noviembre. Los lugareños no visitan los panteones, sino que instalan en sus hogares grandes altares y retablos, donde, según la creencia del pueblo zapoteca, los muertos visitan a los vivos.