Excélsior.
Ciudad de Oaxaca. Si las nubes lo permiten, este sábado se podrá apreciar la penúltima luna llena de 2017.
Pero no se trata de cualquier plenilunio, sino de uno que marcará el inicio de cuatro lluvias de estrellas.
El cinco de noviembre ocurrirá la lluvia de las Táuridas del sur, que es una precipitación menos intensa que otras como las Perséidas, pero que vale la pena apreciar.
Unos días después, el 12 de noviembre, “caerán” del cielo las Táuridas del norte.
De acuerdo con el diario español El Confidencial, el 17 de noviembre es el turno de las Leónidas, cuya visibilidad será favorecida porque lloverán en víspera de luna nueva.
La última lluvia de estrellas del mes ocurrirá el 21 de noviembre y será protagonizada por las Alfa-Monocerótidas.
“Se trata de otra lluvia de estrellas de baja intensidad, pero se estima que cada 10 años se produce un estallido que puede alcanzar los 100 meteoros por hora”, indicó el rotativo.
Y para cerrar, el poema “La Luna”, del chiapaneco Jaime Sabines:
“La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas”.
