Excélsior.
Ciudad de México. La venta de carne de caballo como si fuera carne de res es un engaño, que se debe denunciar a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), recomendó la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
En una tarjeta informativa, indicó a Excélsior que el estudio que realizó la UNAM se enfocó en la adquisición de carne de equino de mercados y tianguis, lugares en donde, por lo regular, no se comercializa la carne del sistema de rastros Tipo Inspección Federal (TIF).
La Sagarpa dio a conocer que en México existen 11 rastros TIF, de los cuales, cinco están en permanente producción con los mismos estándares de inocuidad que se exigen a otros establecimientos que generan carne de ave, res y cerdo.
Explicó que en el sistema TIF médicos veterinarios verifican que en todo momento se cumplan con las normas de bienestar animal, sanidad e inocuidad y que el personal que realiza las tareas se encuentre en permanente capacitación.
Adicionalmente, existe un programa de vigilancia de sustancias prohibidas en la carne, que se aplica en los rastros durante todo el año, lo que garantiza que la carne no contenga residuos tóxicos de antibióticos, hormonas, plaguicidas y otras sustancias, incluido el clembuterol.
El programa es complementado con pruebas de especie animal, lo que garantiza que la etiqueta indique de que animal se trata, para dar certeza al consumidor.
La Sagarpa reveló que, en 2016, se sacrificaron 128 mil 86 cabezas de equino de alta calidad, en los estados de Chihuahua, Coahuila y Zacatecas.
Como resultado de esta producción, se exportaron 2 mil 636 toneladas de carne de caballo a Rusia, Hong Kong, Egipto, Japón, Vietnam, Kasajastán y Bélgica.
Agregó que, por su alto valor nutricional y su precio, la carne mexicana de caballo es apreciada en mercados internacionales, incluso como un producto gourmet.