El Economista.
Ciudad de México. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en América alrededor de 62 millones de adultos vivían con diabetes tipo 2 en 2014 y unos 305,000 murieron por esta causa. Si no se toman medidas, se estima que para 2040 habrá más de 100 millones de adultos con esta enfermedad, lo que impactará en la calidad de vida al ser este mal un factor de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, ceguera, insuficiencia renal, amputación de miembros inferiores y por último, la muerte.
Si se tiene diabetes, una enfermedad crónica progresiva, sin importar de qué tipo (1 o 2), significa que hay demasiada glucosa en la sangre, aunque las causas pueden diferir. Demasiada glucosa puede provocar graves problemas de salud.
En México, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012), más de 6.4 millones de personas padecen diabetes, y la Fundación para la Diabetes (FD) asegura que el 46.4% de ellas no realiza medidas preventivas para evitar o retrasar las complicaciones.
Para revertir estas cifras desalentadoras, los especialistas encontraron la clave real para disminuir los índices de esta enfermedad: estilo de vida y detección oportuna de síntomas. “Hasta un 70% de casos de diabetes tipo 2 se podrían prevenir si las personas cambiaran de estilo de vida”, asegura la FD.
Obesidad, señal de alarma
La obesidad es uno de los principales factores desencadenantes de la diabetes, se sabe que América como región tiene más del doble de adultos obesos que el promedio mundial y las mujeres están más afectadas que los hombres (29.6% vs 24% en hombres). Por ello, este año la OMS ha dirigido los esfuerzos a las mujeres como un derecho a un futuro saludable.
Además el órgano de salud destacó que durante el embarazo, las mujeres pueden desarrollar diabetes gestacional, que incrementa el riesgo de complicaciones. También, la obesidad y la diabetes en las madres se han vinculado con una mayor propensión del niño a contraer este padecimiento en la juventud.
Ante este panorama, Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de Salud (OPS), dijo que el avance de la diabetes puede detenerse a través de una combinación de políticas fiscales, legislación, cambios en el medio ambiente y sensibilización a la población para modificar los factores de riesgo, entre ellos la obesidad y el sedentarismo.
Ejemplos de estas intervenciones incluyen impuestos a las bebidas azucaradas; prohibiciones a la publicidad de alimentos ultra procesados para niños; etiquetado de alimentos en el frente del paquete; y la promoción de espacios recreativos seguros y accesibles para fomentar la vida activa. La dieta saludable y 30 minutos de actividad física moderada casi todos los días pueden reducir drásticamente el riesgo de desarrollar diabetes.
Problemas de visión
Nuevamente con cifras de la OMS, se sabe que el 2.6% de los casos de ceguera son a consecuencia de la diabetes. En México, uno de cada diez enfermos al cabo de 15 años sufrirá un deterioro grave de la visión.
Ante esta situación, el Consejo Optometría México alerta sobre la necesidad de que las personas que viven con diabetes acudan regularmente a una revisión con un Licenciado en Optometría, para detectar a tiempo las posibles afectaciones en la salud visual, como la retinopatía diabética.
“Estos pacientes deben tener un chequeo regular de sus ojos, pues suelen ser de los órganos más afectados por esta enfermedad”, explicó la Licenciada en Optometría Liliana Pérez Peralta. “Al menos una de cada cincuenta personas legalmente ciegas en el mundo lo son a causa de la diabetes”, agregó.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, las complicaciones que los adultos con diabetes reportan en mayor proporción son visión disminuida (54.5%), daño a la retina (11.2%) y pérdida de la vista (9.95%). Sin embargo, la revisión ocular ocupa el lugar número seis de la lista de medidas preventivas para evitar complicaciones a consecuencia de la enfermedad (13.1%).
Edad avanzada
De acuerdo con los resultados de la ENSANUT MC 2016, al compararla con la ENSANUT 2012, la prevalencia de este padecimiento aumentó de manera significativa entre los hombres de 60 a 69 años de edad y entre las mujeres con 60 o más años de edad. Esto debido en gran medida al aumento de la esperanza de vida, lo cual redunda en un incremento relativo en la población de adultos mayores en el país.
En este sentido, “El acceso a la atención médica adecuada se vuelve cada vez más importante con el envejecimiento, especialmente cuando se aborda un padecimiento crónico con potencial para complicaciones graves como lo es la diabetes mellitus”, comentó la Dra. Blanca Rivera Elizarrarás, especialista en atención de adultos mayores.
Subrayó que muchas personas mayores dependen de sus cuidadores para lograr el control de la enfermedad, el cual se da a través del monitoreo continuo de los niveles de glucosa; el apego estricto a la medicación indicada para cada individuo, combinado con un estilo de vida saludable que incluya la actividad física y una alimentación saludable y balanceada. La suma de estos factores contribuye al éxito en el control y al aumento de la calidad de vida del adulto mayor que vive con diabetes.
Si bien las estadísticas nacionales indican que alrededor del 20% de los hombres de 70 años en adelante y 30% de las mujeres de este mismo rango de edad, cuentan ya con un diagnóstico médico previo de la enfermedad, también es fundamental el proporcionar a las personas mayores el apoyo para lograr la prevención y control de las complicaciones de la diabetes mellitus; la cual considerada, la epidemia del siglo XXI.