La Jornada.
Ciudad de México. El titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, declinó ayer participar en el proceso de selección de candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y, en víspera de que ocurra el destape, trascendió que el presidente Enrique Peña Nieto recibió anoche en Los Pinos al secretario de Hacienda, José Antonio Meade, y al director de Petróleos Mexicanos, José Antonio González Anaya.
En ese contexto, Osorio Chong, quien respaldó la candidatura presidencial de Peña Nieto desde que ambos eran gobernadores en Hidalgo y el estado de México, respectivamente, se reunió ayer con su equipo de trabajo en las oficinas de Gobernación.
A sus colaboradores, el funcionario les pidió continuar trabajando como hasta ahora. Les anunció que continuará al frente de la dependencia y que se sumará en favor de quien resulte el candidato presidencial de su partido.
Como parte de las versiones que antecedieron al destape, se difundió ayer que habrá eventuales cambios en el gabinete presidencial, con objeto de cubrir los cargos que este lunes queden vacantes y en función de que los tiempos de la primera etapa de la sucesión previstas en la convocatoria del tricolor, se agotan el jueves.
Conforme a la convocatoria, en el caso de que alguno de los secretarios mencionados como aspirantes se quisiera registrar deberá separarse del cargo en los términos legales
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El documento no considera, sin embargo, ese requisito para quienes son simpatizantes, como el titular de Hacienda, quien fue destapado
la semana anterior por el titular de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, aunque luego el Presidente sostuvo que el candidato del PRI no se elige a partir de aplausos y elogios
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Quienes son militantes sí requieren el respaldo de los sectores y organizaciones. No obstante, en los corrillos priístas se ha comentado en horas recientes que esa obligación podría quedar superada, debido a que hasta ahora todo parece indicar que la decisión se inclina por Meade.
En su caso, como indica la convocatoria, sólo tendría que presentar una carta al presidente del partido, Enrique Ochoa Reza, en la que solicite participar en el proceso. La petición sería procesada por la Comisión Política Permanente, integrada por 114 priístas, que, de aprobarla, tendría el mismo efecto que el mecanismo de la Comisión Nacional de Procesos Internos en el caso de los militantes.
La posibilidad de un candidato no priísta surgió de la 22 asamblea nacional del PRI, que eliminó el requisito de 10 años de militancia en el partido para quienes aspiren a la candidatura presidencial del tricolor.
Para el PRI, un factor que juega en el destape es el relevo en el Banco de México (BdeM). Agustín Carstens se va el 30 de noviembre, es decir, el mismo día en que termina la primera fase de la convocatoria priísta, y el pasado jueves el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que en los próximos días
enviará al Senado la terna para sustituir al gobernador del banco central.
En la Ley Orgánica del BdeM no hay un plazo específico para que, a la salida de Carstens, el Presidente haga la propuesta. Si el próximo jueves no la ha turnado, entraría en funciones el decano de la Junta de Gobierno, en este caso Roberto del Cueto, quien ejercería como interino.
Ayer se confirmó que para la ceremonia de inscripción a la elección interna, que se resolverá en una convención de delegados el 18 de febrero de 2018, se espera una concentración masiva de militantes en la sede nacional del PRI. En la explanada se instalará la Comisión Nacional de Procesos Internos para recibir las solicitudes.
Según la misma convocatoria, esa instancia anunciará el 5 de diciembre quiénes de los aspirantes cumplieron con los requisitos para ser considerados precandidatos.
Aun si sólo hay un precandidato, éste iniciará una precampaña del 14 de diciembre al 11 de febrero, etapa en la que presentará su propuesta de gobierno ante los delegados a la convención, que serán elegidos en los estados del 6 al 12 de diciembre.
Hasta ayer había expectación, porque el destape –la práctica presidencial priísta para anunciar al candidato oficial– se confirmara el fin de semana, aunque finalmente no ocurrió. El priísmo espera que el destape ocurra este lunes, a seis años de que el presidente Enrique Peña Nieto se presentó, el 27 de noviembre de 2011, a registrarse como precandidato único, después de que Manlio Fabio Beltrones se hizo a un lado en la carrera a Los Pinos.