EFE.
Ciudad de México. La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) pidió una respuesta integral a la crisis de desplazamiento interno forzado en Chiapas, con más de 4,000 personas que viven desplazadas y en condiciones precarias en las montañas de el estado.
El organismo de derechos humanos expresó su preocupación porque las personas desplazadas, muchas de ellas niños, personas mayores y mujeres embarazadas, “han sido forzadas a enfrentar condiciones precarias e inhumanas, incluyendo la falta de condiciones adecuadas de salud, la ausencia de un lugar de refugio adecuado y poco o nulo acceso al agua o a la alimentación, además de encontrarse en una situación continua de inseguridad”, según un comunicado de prensa difundido.
Conflicto histórico
La confrontación actual entre los municipios vecinos de Chalchihuitán y Chenalhó se remonta a la reforma agraria de hace 40 años, que trazó una línea recta para establecer los límites territoriales de cada municipio, en lugar de respetar el recorrido natural del río que les separa.
Ello conllevó un intercambio forzado de tierras entre ambos municipios que provocó un conflicto entre familias que se ha agudizado en las últimas semanas con ataques armados.
El ambiente, similar al de Acteal
“El peligro de que haya más violencia es inminente. El ambiente es semejante al que había antes de la matanza de Acteal”, dijo el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, en referencia a la masacre ocurrida en 1997 que se cobró la vida de 45 personas de la etnia tzotzil.
El conflicto ha originado que familias se amontonen en campamentos de pocos metros cuadrados, en los que pueden llegar a dormir 8 familias con sus 22 niños, como pudo constatar la agencia Efe.
Para combatir el frío de la noche, las familias encienden fogatas en la intemperie puesto que muchos de los desplazados perdieron todas sus pertenencias a raíz de los asaltos que sufrieron por parte de habitantes del municipio rival.
Entre lágrimas, una mujer del municipio de Chalchihuitán le contó a Efe que le quemaron todas sus pertenencias, sus cosechas de maíz y frijol y que “siente mucho dolor en su corazón”.
Por una solución integral y duradera
La ONU-DH pidió al Estado mexicano una solución integral y duradera que ponga en el centro los problemas estructurales que han dado origen al desplazamiento interno forzado y la solución de los conflictos que enfrentan estas comunidades.
“La situación en Chiapas es una muestra de una problemática más amplia. El Estado mexicano debe reconocer el fenómeno de desplazamiento forzado interno y atenderlo de manera estructural”, dijo Jan Jarab, Representante de la ONU-DH.