La Jornada.
La inflación de noviembre pasado, de 6. 63 por ciento, la segunda más alta del año, “desafía” la creencia del Banco de México de que los precios comenzaría a ceder a finales de 2017, afirmó Moody’s Analytics.
El dato sobre la evolución de los precios en noviembre hace crecer la probabilidad de una nueva alza en la tasa de interés de referencia del banco central ─lo que eleva el costo por el pago de las deudas de empresas y familias─, consideró Alfredo Coutiño, director para América Latina de la firma financiera.
“Definitivamente, la realidad inflacionaria descarta la versión de recorte de tasas para fin de año como prematuramente lo había anticipado la Secretaría de Hacienda”, agregó.
Este jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que en noviembre la inflación anual fue de 6.63 por ciento, mayor a las de octubre y septiembre, que fueron de 6.37 y 6.35 por ciento, respectivamente. La más alta este año correspondió a agosto, cuando se situó en 6.66 por ciento. En ese mes, el banco central afirmó que, a partir de ese punto, comenzaría a ser cada vez menor.
“Con el resultado de noviembre, la inflación se acerca a lo que fue el pico de agosto, el cual probablemente será superado en diciembre”, consideró Coutiño. “Así, la inflación doblemente desafía la creencia del banco central que aseguraba que ya había alcanzado su pico en agosto y de que terminaría el año con clara tendencia a la baja”, añadió.
La inflación en noviembre de 2016 fue de 3.31 por ciento anual. A partir de este año, comenzó a ser cada mes mayor, como consecuencia de la decisión del gobierno federal de aumentar en un promedio de 22 por ciento el precio de la gasolina, para reducir el costo del subsidio; también ha influido la depreciación del peso frente al dólar, que elevó el costo del componente importado de productos consumidos aquí.
“El comportamiento de los precios aumenta la probabilididad de que la tasa de interés de referencia del Banco de México se mueva al alza antes de que lo haga a la baja”, añadió Coutiño.
La próxima reunión de política monetaria del Banco de México es el 14 de diciembre.
“Definitivamente, la realidad inflacionaria descarta la versión de recorte de tasas para fin de año como prematuramente lo había anticipado la Secretaría de Hacienda. El repunte inflacionario en marcha tiene que ver con la realineación de precios causada tanto por precios rezagados como por la depreciación del peso en los dos últimos meses”, que se ha reflejado en combustibles, electricidad, gas y transporte, agregó.
“De hecho, ahora que los precios parecen moverse con más libertad, la inflación muestra su verdadero rostro y da evidencia de que la inflación por abajo del objetivo del banco central, de 3 por ciento, no era real ni sostenible”, aseguró.
“Coincidentemente, la época en que la inflación cayó y se mantuvo por abajo de 3 por ciento, entre 2015 y 2016, fue precisamente en los años en que el banco central persistentemente suplicó que el gobierno federal no subiera los precios y tarifas públicas más allá de un 3 por ciento. Obviamente, esto ocasionó que dichos precios y tarifas acumularan rezagos ante la contención artificial que se les imponía. Cuando la distorsión de precios fue insostenible, el gobierno fue forzado a ajustar los precios y tarifas (finales de 2016-inicios de 2017), detonando con ello el episodio inflacionario en marcha, el cual la autoridad monetaria aún considera transitorio”, expuso.