La Jornada.
La calificadora Fitch Ratings, en sintonía con las optimistas proyecciones de otros análisis, destacó que la economía mundial enfrentaría desafíos hasta el 2019 luego de experimentar una sólida expansión durante el próximo año.
En sus proyecciones sobre la economía global en el año 2018, Fitch consideró que el impulso para el crecimiento mundial probablemente se mantendrá durante los próximos 12 meses debido a “una perspectiva cada vez más positiva para la inversión”.
Fitch Ratings estimó que el crecimiento de la economía mundial será de 3.2 por ciento este año, y que en 2018 la expansión ascenderá a 3.3 por ciento.
Brian Coulton, economista en jefe de Fitch Rating, declaró que el panorama positivo para la economía mundial se explica por la carencia de inflación global frente al crecimiento, lo que permite que políticas monetarias acomodaticias o de bajas tasas de interés coexistan con repuntes en el crecimiento.
“Sin embargo, se debe tener precaución sobre cuánto tiempo puede persistir esta combinación. Más allá de 2018, parece que es muy probable que el crecimiento global se modere, mientras que las condiciones de política monetaria se ajustarán”, explicó Coulton.
El análisis indicó que en las economías avanzadas, las condiciones financieras siguen siendo muy favorables: los desafíos de los ajustes en la política fiscal se han desvanecido y el ciclo de la inversión adquiere solidez. Asimismo, el bajo desempleo refuerza la confianza del consumidor.
En Estados Unidos, el crecimiento económico será impulsado además por los recortes de impuestos a las corporaciones y la aceleración de la inversión privada. En ese sentido, Fitch ajustó al alza su proyección de crecimiento para ese país de 1.8 a 2.2 por ciento en 2018.
Es probable que el crecimiento de la zona euro se mantenga a tasas superiores durante 2018, en tanto que la desaceleración de la economía de China será limitada, de acuerdo con la calificadora.
Más allá de 2018, sin embargo, la economía puede enfrentarse a vientos en contra, alertó Fitch Ratings. Entre los nuevos factores sobresale que el “crecimiento actual en las economías avanzadas está muy por encima del potencial”.
En consecuencia, las brechas de producción (diferencial entre producción real y potencial) se cierran rápidamente, lo que se corrobora por la baja en las tasas de desempleo.
Las previsiones de Fitch apuntan a que las brechas de producción estarán en territorio positivo en todos los países avanzados excepto en el Reino Unido para 2019.
“Incluso teniendo en cuenta las incertidumbres en las estimaciones en tiempo real de las brecha de producción, esto provocará un cambio en las actitudes de bancos centrales hacia la política monetaria”, estableció la calificadora.
Asimismo, el potencial de mayor crecimiento, especialmente si el ciclo de inversión privada se acelera bruscamente o si la política fiscal se relaja rápidamente, inevitablemente traería consigo un riesgo elevado de un ajuste más rápido de la política monetaria.
“Este es un riesgo que podría ocurrir incluso sin un crecimiento más fuerte. Las bajas tasas de desempleo y el aumento de los informes anecdóticos de escasez de mano de obra podrían dar lugar a un repunte más rápido de lo esperado en la inflación salarial”, precisó la calificadora.
Añadió que con aumentos constantes en la inflación, los bancos centrales se verían obligados a responder.