Ciudad de México. La brecha del Producto Interno Bruto por habitante de la Ciudad de México y los estados con menor ingreso, que son Chiapas, Oaxaca y Guerrero, se ha incrementado en los últimos 13 años, según datos del Inegi y del Consejo Nacional de Población (Conapo).
En 2003, el PIB per cápita de la capital era de 255 mil 289 pesos anuales a precios constantes, lo cual fue 4.1 veces el de Chiapas, 4.2 veces el de Oaxaca y 4.0 veces el de Guerrero.
Para 2016, la Ciudad de México ya tenía un PIB per cápita de 361 mil 961 pesos anuales, lo que fue 6.0 veces el de Chiapas, 5.1 veces lo registrado por Oaxaca y 4.8 lo de Guerrero.
Esta ampliación de la brecha del ingreso fue resultado de que la Ciudad de México tuvo un incremento del PIB per cápita de 2.7% promedio anual real entre 2003 y 2016; en tanto que Chiapas tuvo un retroceso de 0.3% promedio.
Oaxaca y Guerrero, si bien incrementaron también su PIB por habitante, lo hicieron a menor velocidad que la capital del país en el mismo lapso, con tasas de 1.2 y 1.4% promedio anual, respectivamente.
CAMPECHE
Mención especial merece Campeche, que por la influencia de la actividad petrolera, tiene el mayor PIB por habitante del país, que en 2016 fue de 444 mil 780 pesos anuales.
Sin embargo, dicho valor contrastó con los 964 mil 304 pesos al año que llegó a registrar en 2003 a precios constantes, lo que significó que su PIB per cápita haya caído 5.8% promedio anual en términos reales entre el año mencionado y 2016, siendo a su vez la entidad federativa que más ha retrocedido en bienestar por habitante en los últimos 13 años.
Esto ocasionó que la brecha entre Campeche y la Ciudad de México se haya reducido de 3.8 veces durante 2003 a sólo 1.2 veces en 2016.
PROPUESTAS
El observatorio México ¿cómo vamos? propone acciones concretas para que los estados más rezagados puedan potenciar su crecimiento y que con ello las desigualdades en el país se puedan reducir.
En primer lugar pide establecer un plan para llevar ductos de gas a dichas regiones para que las empresas vean atractivo invertir allí; en el cual la construcción del gasoducto Salina Cruz – Tapachula debe acelerarse para antes de 2019.
En segundo lugar establece priorizar la infraestructura de transporte, en el cual se debe modernizar y ampliar la ruta del ferrocarril Chiapas – Mayab, además de que los gobiernos estatales deben pavimentar más caminos al interior de sus territorios, financiado con mayor recaudación propia como puede ser el impuesto predial.
Otro aspecto es acelerar la inclusión financiera, en el que ampliar la red de cajeros
automáticos y de terminales punto de venta es importante para bancarizar más a la población.
Finalmente, aplicar de manera efectiva el Estado de derecho para garantizar la seguridad y reducir la corrupción, son condiciones necesarias para que los estados rezagados puedan competir por la inversión y el talento frente al resto de entidades y al mundo, según México ¿cómo vamos?