La Jornada.
Ciudad de México. Los precios ganaron la carrera a los salarios. En 2017 la inflación fue de 6.7 por ciento, la mayor en 17 años, y más del doble del objetivo establecido por el Banco de México (BdeM). El repunte superó el alza de los sueldos por primera vez en siete años, lo cual interrumpió la recuperación del poder de compra de los trabajadores mexicanos.
Factores como el incremento en el precio de la gasolina a principios de 2017, así como en los de frutas y verduras, sobre todo en el último cuatrimestre del año, y del gas para uso doméstico provocaron que el año pasado la inflación fuera de 6.77 por ciento, más del doble de la registrada en 2016, cuando fue de 3.36, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La inflación del año pasado superó el objetivo permanente del BdeM, que es de 3 por ciento, con un intervalo de variación de un punto porcentual arriba o abajo de ese nivel.
El cambio anual de la inflación superó el pico que había marcado en agosto del año pasado, que fue de 6.66 por ciento, lo cual implicó el mayor crecimiento desde mayo de 2001.
El rubro de frutas y verduras reportó la mayor inflación el año pasado, con 18.60 por ciento. Siguió el de energéticos, que incluye gasolinas y diésel, con 17.69, de acuerdo con el Inegi.
El repunte inflacionario es la consecuencia directa del desamarre de precios rezagados y de los efectos expansivos de la prolongada flexibilidad fiscal y monetaria de los años recientes
, comentó Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, firma de análisis financiero independiente a la calificadora Moody’s Investor Service.
En las pasadas dos décadas la inflación cayó de tasas de doble dígito a uno. Incluso se mantuvo por abajo de su objetivo por año y medio entre 2015 y 2016, apuntó Coutiño.
El proceso inflacionario de 2017 muestra dos cosas: primero, que la inflación por abajo del objetivo del banco central fue solamente un evento transitorio y no sostenible; segundo, que dicha inflación baja fue mayormente un fenómeno inducido por acciones de política económica y que al final produjeron una acumulación de precios rezagados
, consideró.
¿Qué pasa con esos precios?
En el día a día, la inflación de 2017 rompió una racha de siete años en la que los salarios promedio crecieron arriba de los precios. Así, se interrumpió la recuperación del poder de compra de los trabajadores, según datos oficiales.
Hasta noviembre de 2017, dato disponible más reciente, los salarios contractuales tuvieron un incremento promedio de 5.1 por ciento, por debajo de la inflación.
El último año en que los salarios tuvieron un crecimiento menor al de los precios fue en 2009, cuando presentaron un pérdida real –descontado el deterioro causado por la inflación– de 0.8 por ciento.
De entonces a la fecha se registraron crecimientos por arriba de la inflación: 0.2 por ciento en 2010; 0.9 en 2011; 0.3 en 2012; 0.5 en 2013; 0.1 en 2014; 1.4 en 2015, y 1.3 en 2016, en todos los casos en términos reales, de acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Otro efecto de la inflación
El dato de la inflación en 2017 anticipa un incremento de las tasas de interés de referencia por el BdeM, que deberá tomar una decisión sobre ese tema el mes próximo. Elevarlas puede contener presiones inflacionarias, al encarecer el costo del crédito y, en ese sentido, imprimir un freno a decisiones de consumo e inversión; pero, por otro lado, puede frenar el desempeño de la economía.
Aunado al repunte en los precios al consumidor, el contexto actual de alta volatilidad y riesgos para el tipo de cambio ante la incertidumbre en temas como la relación comercial con Estados Unidos y las elecciones de este año, así como los riesgos en energéticos y agropecuarios, hacen prever que el BdeM mantenga un tono restrictivo y aumente nuevamente la tasa de interés en un cuarto de punto porcentual en su siguiente anuncio de política monetaria, el 8 de febrero
, opinó el área de análisis de Ve por Más.
A partir de enero comenzará a darse un descenso de la inflación, hasta llegar a 4.1 por ciento al final del año, planteó Citibanamex. Este resultado es factible gracias a que los elementos que impulsaron la inflación el año pasado se disiparían este año, como el incremento de los precios de la gasolina, los cuales se mantendrán estables este 2018, agregó.