Veracruz, Tamaulipas y Oaxaca, entidades más peligrosas para ejercer el periodismo

0
209

La Jornada.

Ciudad de México. Con el asesinato de Carlos Domínguez, el sábado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, esta entidad ocupa el segundo lugar nacional, junto con Oaxaca, en riesgo para los periodistas. De 2000 a la fecha en cada una de esas entidades han sido ejecutados 15 comunicadores, sólo superadas por Veracruz, donde se han dado 21 casos.

Así lo señaló la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) al condenar el homicidio de Domínguez y demandar a las autoridades estatales que entre las líneas de investigación del crimen se incluya la labor profesional del reportero y que se proteja a su familia.

Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) también condenó el asesinato del periodista independiente Carlos Domínguez y pidió a las autoridades gubernamentales realizar una investigación expedita.

En sus cuentas oficiales en redes sociales llamó a las autoridades competentes a aplicar todas las medidas de prevención ante su asesinato, ocurrido la tarde del sábado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, como es el proteger a su familia.

Ayer, el organismo nacional presidido por Luis Raúl González Pérez subrayó que con el asesinato de Domínguez, ya suman 131 periodistas ultimados en México desde 2000.

Informó que miembros de su personal se comunicaron con los familiares del reportero para ofrecerles solidaridad y respaldo. Además, envió a visitadores adjuntos a Nuevo Laredo para conocer y colaborar en las investigaciones que realizan las autoridades locales.

La CNDH estará atenta al avance de la indagatoria del homicidio, la cual debe analizar como principal línea de investigación la relacionada con la labor periodística de la víctima.

Solicitó al gobierno local, encabezado por Francisco Javier García Cabeza de Vaca, medidas cautelares a fin de proteger a los familiares del periodista y ofrecer la contención emocional que requieran ante este crimen.

La información difundida sobre este caso asienta que Domínguez fue asesinado la tarde del sábado cuando conducía un automóvil, en compañía de su hija, por el centro de Nuevo Laredo.

El año 2017 fue uno de los más mortíferos para los comunicadores en el país: 12 de estos profesionales fueron asesinados, entre ellos los corresponsales de La Jornada en Chihuahua y Sinaloa, Miroslava Breach y Javier Valdés, respectivamente. Esta cifra convirtió a México en la nación en paz más peligrosa para ejercer el periodismo, como lo reportó en su más reciente informe la organización Reporteros Sin Fronteras, con el mismo número de homicidios de periodistas que presentó el año pasado Siria, donde hay guerra.

Con este crimen ya suman 40 los periodistas asesinados en lo que va del gobierno de Enrique Peña Nieto. Los relatores para la libertad de expresión de Naciones Unidas y la CIDH, David Kaye y Edison Laza, recientemente realizaron una visita de trabajo a México y mostraron su preocupación ante la ola de violencia contra el sector.

Otras cifras de la CNDH indican que de 2005 a la fecha se han reportado al menos 20 reporteros desaparecidos y 51 atentados contra instalaciones de medios de comunicación entre 2006 y 2017.

Carlos Domínguez era periodista independiente y se especializara en temas políticos; su último trabajo fue en El Diario de Nuevo Laredo. Publicaba constantemente en las redes sociales su columna política, la cual era retomada por diversos medios de comunicación. Su último trabajo, reportó la organización PEN México, fue publicada por el semanario Ríodoce de Culiacán, Sinaloa, en la que habló de la situación de la libertad de expresión en México.

Esta agrupación lamentó que los ataques contra los comunicadores continúen en el país. Condenó el asesinato, el primero de 2018, y exigió que las autoridades en todos los niveles encuentren a los responsables, se les juzgue y sentencie conforme a derecho.