Excélsior.
Ciudad de México. El miedo, la impotencia y el querer defender sus pertenencias orillan a familias, vecinos y comerciantes a implementar medidas para enfrentar a la delincuencia.
En los estados de Veracruz y Nayarit, grupos de personas se organizan para hacer recorridos en las calles y alertan a la policía sobre actividades irregulares en la zona. Las autoridades también imparten talleres a los ciudadanos sobre seguridad.
En la zona de Tecámac, Estado de México, si una persona es testigo de un asalto, presiona un control que activa las sirenas colocadas en la calle. Los vecinos se organizan para detener al ladrón y otros para llamar a la policía.
En el municipio de Jiutepec, Morelos, ante una amenaza, las personas usan un silbato para llamar la atención y ahuyentar a los ladrones.
En Tijuana, Baja California, así como en las delegaciones Miguel Hidalgo, Iztapalapa y Cuauhtémoc de la Ciudad de México, se organizan, a través de grupos de WhatsApp, para compartir imágenes de personas sospechosas, actividades ilícitas y dar aviso a las autoridades.
En la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, se han instalado cámaras en puntos estratégicos de las viviendas o negocios. En algunos casos, las imágenes son controladas por los usuarios y están conectados con la policía.
En las colonias Doctores y Buenos Aires de la capital se colocan mantas en lo alto de zonas habitacionales con la leyenda ‘Delincuente, si te sorprendemos robando en nuestra colonia, te linchamos’; principalmente se encuentran en lugares con altos índices delictivos.
También en la Ciudad de México, algunos lugares cuentan con este sistema de seguridad que activa una cortina de humo (smoke cloak) que nubla la visibilidad de los asaltantes; se usa principalmente en joyerías.
En 2017, más de 24 millones de personas mayores a 18 años sufrieron algún tipo de delito en México, reportó el INEGI.
