Antonio Moreno Castañeda.
Finaliza el 2017 con importantes acontecimientos en el mundo como la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la guerra civil en Siria, las elecciones presidenciales en Francia, las elecciones generales en Alemania, el ascenso de China como potencia mundial, el renacimiento como potencia militar de Rusia, los 100 años de la revolución bolchevique en este último país, el problema de Cataluña al desear una parte de su población independizarse de España, Corea del Norte y su enfrentamiento con Estados Unidos y Corea del Sur, la problemática venezolana y el constante conflicto árabe-israelí, principalmente.
Evidentemente es de gran trascendencia el cambio de gobierno ocurrido en Estados Unidos, en el mes de enero del 2017, pues este país sigue siendo la principal potencia militar y tecnológica del mundo, así mismo tiene una gran influencia en la economía mundial; la guerra civil en Siria parece tomar el rumbo con la derrota del Estado Islámico por parte de las fuerzas del presidente sirio Bashar Al Assad con el respaldo militar de sus aliados: el gobierno iraní, el gobierno ruso y la guerrilla chiíta del Hezbolla libanés, derrota que seguramente no va a ser definitiva, pues los patrocinadores del Estado Islámico, que son los gobiernos de Estados Unidos, Israel, Arabia Saudita y el Reino Unido, lo pueden utilizar más adelante.
Seguramente el mayor perdedor con la derrota del Estado Islámico es el gobierno israelí del primer ministro Benjamín Netanyahu, pues a este gobierno le interesaba, bastante, acabar con el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad, y de paso pulverizar o balcanizar Siria partiéndola en pequeños estados. El principal ganador con el resultado del conflicto sirio, además del presidente de Siria al-Assad, es el gobierno ruso de Vladimir Putin, quién se apunta una victoria sobre los musulmanes más radicales algo importante para la Federación Rusa ya que no hay que perder de vista el hecho de que muchos de estos musulmanes radicales, miembros de este Estado Islámico, son musulmanes-rusos o musulmanes de otras ex – repúblicas soviéticas, además le marca, sutilmente, un límite a la expansión de la OTAN.
En cuanto a las elecciones presidenciales en Francia ganó Macron, además de obtener su partido la mayoría en el parlamento, consiguiendo este presidente la libertad para nombrar primer ministro, según lo marca el funcionamiento del sistema semi-presidencialista francés; Macron ha sido partidario de mantener a su país dentro de la Unión Europea, mientras que su principal rival dentro de la elección presidencial, la candidata de la extrema-derecha Le Pen, propuso lo contrario, es decir, retirar a Francia de la Unión Europea, Macron – ex – empleado de la banca Rothschild y ex – ministro del gobierno socialista de Hollande- ganó la segunda vuelta de la elección presidencial, fortaleciendo, por lo menos momentáneamente, a la Unión Europea, ya que se tiene que recordar que Francia es la segunda potencia de dicho ente, solamente detrás de Alemania, por lo que el triunfo de este candidato le dio cierta estabilidad al euro, la moneda común de la Unión mencionada.