La Jornada.
Ciudad de México. Con la entrega de documentos que registran los movimientos y consultas de saldos en cuentas bancarias particulares a su cargo así como de los fondos que mantiene su propia cuenta concentradora, el Banco de Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) pretende demostrar ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) que no hubo fraude ni desvío de los recursos públicos destinados a los damnificados por los terremoto
El 6 de febrero vence el plazo para que la institución responda a la indagatoria de la CNBV y Andrade dijo que corresponde a ésta determinar si emite una sanción al respecto contra Bansefi, pero aseveró que no existe ninguna norma vigente que se refiera puntualmente al error en que incurrió Bansefi y que justificó al señalar que ocurrió enmedio de una práctica bancaria inédita, instrumentada para apoyar a miles de damnificados lo más pronto posible.
El funcionario no proporcionó la cifra total de los plásticos que fueron clonados pero hay damnificados que quedaron registrados desde 14 hasta 34 veces en las cuentas de Bansefi. Pese a ello, Andrade aseveró que los recursos involucrados sólo ascienden a 68.8 millones de pesos, de los cuales 50.7 por ciento ya se depositó a los damnificados mencionados y el resto está en poder del banco.
Reiteró que, por la situación de emergencia, en el levantamiento del censo se repitieron nombres de damnificados. El banco determinó abrir de inmediato una cuenta bancaria y emitir la tarjeta correspondiente por cada nombre, pero al final no entregó recursos de más por cada beneficiario porque para que hiciera los depósitos para cada cuenta y entregara las tarjetas a los damnificados para que los retirarlos, éstos primero tenían que identificarse, fotografiarse y firmar el contrato.
“El dinero no está más que en dos lugares: en manos de los beneficiarios debidamente censados o en la cuenta concentradora que tiene Bansefi para los recursos del Fonden. Ese dinero no se ha ido a inversiones ni se he ha dado a personas que no les corresponde. No hay ni un peso que se haya enviado a otra parte, tampoco se ha dado dinero de más, ni está escondido ni perdido”, aseveró.
Andrade dijo que los mil 495 damnificados mencionados sí existen, firmaron contrato con Basefi para recibir por tarjeta de débito 15 mil o 30 mil pesos, según el daño que haya tenido su vivienda y están identificados, ubicados e incluso fotografiados con su contrato y el resto de las tarjetas y contratos a su nombre fueron eliminados sin que el banco les haya depositado recursos y, por lo tanto, no hubo retiros.
En conjunto, el Bansefi depositó 34.9 millones de pesos a esos mil 495 damnificados, es decir más de la mitad de los 68 millones de pesos bajo investigación por las tarjetas clonadas. En sí 776 damnificados con daño parcial en su vivienda recibieron 11.6 millones de pesos y otros 23.3 millones de pesos se repartieron fueron para los que que tuvieron tuvo daño total en sus casas.
Otros 32 millones nunca se entregaron y se encuentran en la cuenta concentradora de Bansefi y, por último, los 2 millones de pesos restantes de los 68.8 millones del caso corresponden a 128 personas cuyas viviendas fueron “reclasificadas” en los daños que sufrieron sus viviendas.
El funcionario abundó que, ya eliminados del padrón los nombres y tarjetas que se repitieron, en total 171 mil damnificados quedaron registradas en Bansefi, pertenecientes a 2 mil 509 localidades de 315 municipios de los estados afectados por los sismos, para recibir 15 mil pesos de apoyo porque sus viviendas tuvieron daños parciales y hasta 30 mil pesos en caso de daño total. En total los recursos del Fonden que Bansefi debe repartir entre los damnificados asciende a 8 mil 872 millones de pesos, de los cuales ya se repartieron 6 mil millones de pesos.
Al corte de enero de 2018, dijo Andrade, 155 mil damnificados ya tienen en su poder la tarjeta de débito con la que Bansefi les entrega los recursos. La cifra implica un avance de 91 por ciento y el porcentaje restante a nivel nacional, que involucra a 16 mil personas, son tarjetas que no han podido ser entregadas porque debido al desastre no se ha localizado a los beneficiarios pero estos pueden recogerla enla sucursal de Bansefi más cercana a donde vivían.
Fue en esa segunda etapa del proceso, dijo Andrade, cuando Bansefi comenzó a darse cuenta de la repetición de nombres de los beneficiarios del Fonden y, en consecuencia inició la cancelación de tarjetas que hubieran sido emitidas de más para una sola persona. Incluso dijo que las tarjetas repetidas ni siquiera se entregaron y, por lo tanto “el dinero jamás estuvo en manos de nadie porque jamás se entregó”.