La Jornada.
Ciudad de México. La destitución de Elba Esther Gordillo como lideresa del SNTE en febrero de 2013, luego de haber sido detenida, contravino los estatutos del propio sindicato, de acuerdo con un análisis del despacho jurídico Bufete de Buen, solicitado por una fracción de la organización.
De acuerdo con el acta de esa sesión extraordinaria, resultó apremiante sustituir a la maestra, quien se encontraba ausente, para “dar continuidad con la representación legal” de la organización sindical.
No obstante, el Bufete de Buen señala en su análisis, cuya copia posee La Jornada, que “la declaración de ausencia de Elba Esther Gordillo Morales no tuvo ningún fundamento legal ni estatutario”, ya que ni el Estatuto 2013 del SNTE ni la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado definen la ausencia ni establecen algún procedimiento para declararla.
Apegándose al Código Civil Federal, establece que la ausencia tiene lugar cuando una persona ha desaparecido y se ignora su paradero, pero no era el caso de la lideresa, quien se encontraba privada de la libertad desde el 26 de febrero.
También aclara que ese día se procedió a una votación para remplazarla “en el entendido de que no se trataba de una elección sino de una sustitución”. En dicha votación se decidió que el cargo de Gordillo fuera ocupado por Díaz de la Torre, hasta entonces Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.
Además, agrega el análisis, la situación jurídica de Gordillo “no le impedía ejercer la representación del Sindicato como Presidenta del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública”.
Por lo tanto, concluye que es impugnable la resolución del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje del 12 de marzo de 2013, en la que tomó nota de los acuerdos alcanzados en la XXXVI Sesión Extraordinaria de Consejo Nacional del SNTE.
