La versión 2.0 del “nuevo” IEEPO no está funcionando… por el contrario, la administración de Francisco Ángel Villarreal está demostrando que el sistema educativo de Oaxaca le quedó grande.
No es lo mismo admistrar al Infonavit o a los delegados de Gobierno; que a una masa burocrática -maestros incluidos- inmensa, la más grande del estado.
Dos botones de muestra: el lunes, tras el primer día de paro de labores de los profesores de la sección 22 de la CNTE, la Secretaría de Educación Pública (SEP) se quedó esperando hasta tarde el reporte de los maestros faltistas, que el IEEPO debía enviarles, para iniciar el trámite de los descuentos salariales.
Y ante el retraso, la oficina de Otto Granados decidió pedirle públicamente la información al Gobierno de Oaxaca, vía un comunicado.
“Se reiteró a las autoridades educativas de Oaxaca, que la SEP paga la nómina magisterial, por cuenta y orden de los gobiernos estatales, con la información proporcionada por el propio estado, por lo que cualquier irregularidad en ese sentido será atribuible a dichas autoridades”, expuso, en el boletín.
En respuesta, la oficina de “Paco” Villarreal aseguró que, el lunes, hubo clases en el 75 por ciento de las escuelas. Sin embargo, horas más tarde, cuando se le requirió al IEEPO el reporte de los maestros faltistas, aseguró no aún no lo había concluido. Entonces, si esta dependencia no sabía cuántos y qué profesores habían faltado, ¿cuál es el sustento del reporte se asistencias que presentó?
La otra perla que exhibe la desorganización en el IEEPO se presentó tras el sismo de febrero que tuvo epicentro en Pinotepa Nacional. Tras un par de semanas, anunció el reinicio de las clases en los municipios afectados, pero, cuando se les requirió la información sobre el número de planteles; esta oficina aseguró que estos datos eran responsabilidad de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPCO), entonces, ¿quién es la autoridad educativa en Oaxaca?.
Es pregunta de 10…
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El “chapulineo” -dícese de los funcionarios públicos que brincan de un cargo a otro-, ya evolucionó de esta concepción original.
Ahora, durante este proceso electoral, la mayoría de los saltos de estos servidores públicos, se da de un partido a otro. Dejan sus militancias de años y migran a donde les garantizan la candidatura.
El último caso es el del diputado del PRD, Carol Antonio Altamirano; quien dejó la coordinación de su fracción en el Congreso del Estado para obtener la postulación de Morena por un escaño el próximo Congreso federal.
Otro fue José Estefan, hijo del diputado federal del PRD y ex candidato a Gobernador del PAN-PRD, José Antonio Estefan; que ahora defiende la camiseta del PRI-PVEM.
En el Partido del Trabajo (PT), los presidentes municipales de Tuxtepec y Pochutla, Fernando Bautista y Víctor Cruz denunciaron engaños de su dirigente, el senador Benjamín Robles Montoya. Todo indica que la “revolución de la gente” -slogan de Robles- ya acabó.