Cambio climático causaría catástrofe migratoria: BM

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La Jornada.

Ciudad de México. Los “migrantes climáticos”, que huyen de una agricultura devastada, ausencia de agua dulce o elevación del nivel del mar, podrían alcanzar los 143 millones de personas hacia 2050 -17 millones en América Latina-, según el Banco Mundial (BM).

En total, el drama afectaría a unos 86 millones de personas en el África Subsahariana y unos 40 millones en el sur de Asia, además de los 17 millones en América Latina, si no se inicia la adopción de medidas concretas de inmediato, según un documento del BM divulgado este lunes.

El estudio constituye el primer documento del Banco Mundial que se concentra en el desplazamiento de comunidades enteras directamente ligadas a los efectos del cambio climático.

Las tres regiones consideradas en el estudio representan el 55% de la población de los países en vías de desarrollo.

En la presentación del estudio, la vice directora del BM, Kristalina Georgieva, señaló que el cambio climático se ha convertido en un “motor de migración” al obligar a familias y hasta comunidades enteras a desplazarse a lugares viables a la subsistencia.

“Cada día el cambio climático se convierte en una amenaza económica, social y existencial más fuerte”, añadió la funcionaria.

Este escenario, añadió, se puede constatar “en las ciudades enfrentadas a crisis acuíferas sin precedentes, en las regiones costeras que experimentan tempestades altamente destructivas, y en las regiones agrícolas que ya no logran producir culturas esenciales”.

El estudio destaca que ese enorme contingente de desplazados por los efectos del cambio climático se sumaría a los millones de personas que ya se ven ante la necesidad de emigrar por causas políticas, económicas o sociales.

El informe realizó tres estudios de caso. Uno de esos estudios -y posiblemente el más apremiante- se dedica a Bangladesh, donde podría existir el mayor número de “migrantes climáticos” que en cualquier otra región del mundo hasta el año 2050.

Otro caso es de Etiopía, donde un crecimiento demográfico hasta el año 2050 podría alcanzar hasta 85%, y donde las migraciones aumentarán exponencialmente a causa de las caída de las cosechas.

Preocupación con Centroamérica

Finalmente, el estudio del BM se concentra en México y América Central, donde podría haber entre 1,4 y 2,1 millones de migrantes a causa del cambio climático, que se desplazarían hacia las zonas que ya son más densamente pobladas.

De acuerdo a los expertos del BM la región de México y América Central “potencialmente enfrentaría un dramático aumento y la migración por cuestiones climáticas a fines de siglo”, fundamentalmente por el agravamiento en la disponibilidad de agua.

En ese escenario, las áreas receptoras de parte importante de ese movimiento migratorio serían “el altiplano central de México y las tierras altas de Guatemala”.

Esto porque “las personas abandonarían las áreas bajas y más calurosas en esos dos países para moverse hacia áreas elevadas que sean climáticamente más favorables”, apuntó el estudio.

De acuerdo con las proyecciones de los peritos del banco, esto haría que la población urbana en esa región pasaría de unos 90 millones de personas en 2010 a unos 140 millones hacia 2050.

Un cuadro igualmente preocupante es trazado por el estudio para el África Subsahariana, donde se proyecta un alarmante crecimiento demográfico en coincidencia con capacidades agrícolas declinantes.

La población de África Subsahariana era de unos 645 millones de personas en 205 aunque podría llegar a los mil 400 millones hacia 2055, de acuerdo con la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El desafío, se indica, será hallar un mecanismo para impedir que esta migración provocada por el cambio climático se convierta e una crisis humanitaria.

En la visión de los especialistas, el número de desplazados podría reducirse en hasta 80% si el poder político pasa actuar en “varios frentes” con ese objetivo.

Entre las medidas el estudio destaca la reducción en la emisión de gases de efecto invernadero, aumento de las inversiones para comprender el proceso de la migración interna y la integración de las comunidades desplazadas a planes de desarrollo.

En el estudio, los expertos desarrollaron tres escenarios: uno “pesimista”, marcado por volumen elevado de emisión de gases de efecto invernadero; uno “respetuoso del medio ambiente” y un tercero que contemple programas de desarrollo sostenible.