La Jornada.
Nueva York. El padre Alejandro Solalinde concluyó este viernes una gira de una semana en la zona de Nueva York, donde escuchó a inmigrantes mexicanos y reconoció que ellos rescatan a su país de origen todos los días y los instó a ser participantes activos en el cambio tan necesario en ambos lados de la frontera.
La gira, organizada por Migrante Vota, incluyó más de 20 actos, como reuniones en templos, centros comunitarios y sindicatos en esta metrópolis, Nueva Jersey y Connecticut, así como foros universitarios en la Universidad de Columbia, y hasta la participación de Solalinde en una protesta de religiosos ante el hotel Trump. En la ceremonia de declaración de santuario público de una inmigrante guatemalteca y en cada lugar, recordó que todos somos migrantes existenciales.
Más allá de enfrentar los sacrificios, dolores y las políticas antinmigrantes en Estados Unidos, Solalinde señaló que en México se abre una puerta a un cambio en esta coyuntura electoral, pero ese cambio no se logrará sin la plena participación del pueblo, incluyendo a los mexicanos en Estados Unidos.
En una reunión con una amplia gama de líderes empresariales y comunitarios mexicanos, en la que también participó el doctor Héctor Vasconcelos, encargado de relaciones internacionales de Morena, Solalinde expresó sus perspectivas sobre esta coyuntura electoral en un contexto más amplio.
Indicó que México está sufriendo el sistema neoliberal capitalista, que nos aparta de Dios por sus efectos de desigualdad extrema en un país tan rico, por la violación de los derechos humanos, como también por esa emigración inédita, forzada, ocasionada en parte por Estados Unidos y Europa, por las estrategias de esos dos bloques.
México es un desastre
Vasconcelos enfatizó que en el proyecto de nación de Morena, el tema de los migrantes es central y que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador emprenderá acciones concretas para cumplir ese compromiso, incluyendo crear condiciones económicas y sociales para disminuir la necesidad de emigrar, convertir los consulados en defensorías de las comunidades inmigrantes y tomar el tema en toda negociación bilateral con Washington. Concluyó que la pregunta en esta coyuntura es sencilla: ¿quieren más de lo mismo o queremos cambio?
Solalinde declaró que México es un desastre. No es posible que tengamos a tantos millones de pobres y que 30 familias ricas estén tranquilas con esta situación. La seguridad es un desastre, siete mujeres asesinadas diariamente; periodistas, unos 21 sacerdotes. Si no cambia, esto va a ser aún más desastroso.
Comentó que ante esto, López Obrador y Morena representan una puerta al cambio, ya que las otras opciones serían más de lo mismo. Pero advirtió: Olvidémonos de los candidatos y partidos mesiánicos, los que operarán el cambio son los ciudadanos y, entre ellos, los inmigrantes. Reiteró: Ustedes están sosteniendo a México; México está viviendo de los inmigrantes, y por ello, ustedes tienen todo el derecho de incidir, ya que el cambio depende, a fin de cuentas, de ustedes como ciudadanos, y para ello se requiere una voz cada vez más informada.
En reunión con migrantes de un grupo de Morena en Nueva York, Solalinde sostuvo que el que emane de este partido será un gobierno que vamos a disfrutar, pero no como niños, sino como cogobernadores.
Solalinde no sólo habló, sino que también invitó a todos a comentar y dialogar, y los escuchó. Participantes de Morena (como en los otros foros, a los que asistieron estudiantes universitarios, comerciantes y obreros de varias partes de Nueva York) ofrecieron un mosaico de sus esperanzas y su ira.
Uno sostuvo que está convencido de que en el gobierno que viene por primera vez seremos incluidos; vamos a tener voz, todos necesitamos participar. Y advirtió que no habrá perdón para quienes cometen corrupción, así sean importantes o cercanos al Presidente. Una mujer señaló que su sueño es regresar a mi país; quiero encontrarme con un México cambiado, y como mi padre quiero contribuir con mi granito de arena a eso. Indicó que instaba a la unidad para expresar nuestro coraje y atrevernos a cambiar.
Un hombre indígena, cuyo segundo idioma es el español, comentó sobre el enfrentamiento en México entre las fuerzas oscurantistas y las del renacimiento, y de la ofensiva contra López Obrador por varios de los principales medios de información. En los campos parece que no hay solución, uno trabaja su parcela al lado de la muerte; caminado a la casa uno se encuentra con tres o cuatro muertos… Eso ya es normal, y agregó que los indígenas son los más humillados del país, como también las mujeres. Concluyó que López Obrador es la única salida. Otro más recordó que es uno de los expulsados por el TLC, pero acudirá a las urnas, y lo que es aún más importante: promoverá el voto de las familias en México de los que están aquí, y decirles que no se vendan.
En los diferentes actos, organizados por Migrante Vota y coordinados por Roberto Valdovinos y el reverendo Juan Carlos Ruiz, se reiteró que la participación no sólo se limita al voto desde el exterior, sino a lo que Valdovinos llamó el voto profundo, el de los familiares y las comunidades en México de los inmigrantes de aquí.
En esta Semana Santa, Solalinde repitió que los consentidos de Dios son los inmigrantes, y recordó que Jesús es el inmigrante más famoso de la historia.