Excélsior.
Ciudad de México. La primera se presentó para los porteños. Carlos Esquivel falló un remate frente al arco al primer minuto de juego, y poco después los choriceros respondieron y anotaron, en una jugada de tiro libre en donde el balón se paseó sin encontrar rechace, acompañado de una pifia de Melitón Hernández.
El cuadro de Hernán Cristante no dejó de insistir, y fue el que se acercó al área rival con mayor frecuencia, mientras que los Tiburones dieron un par de avisos que no pusieron en demasiados aprietos la portería de Alfredo Talavera.
En cuanto arrancó el segundo tiempo, los toluqueños estuvieron a centímetros de ampliar la ventaja, con un tiro de Gabriel Hauche de pierna zura, que se estrelló en el poste, ya sin posibilidades de que Melitón pudiera hacer algo.
Al 63’ el Ángel Reyna estuvo muy cerca de anotar su segundo gol del torneo, con un tiro de pierna zurda que rozó el ángulo izquierdo del portero, y el duelo continuó desarrollándose sobre la misma línea.
Era cuestión de tiempo para que los Diablos ampliaran la ventaja, y ocurrió el minuto 80’ con una gran triangulación que inició Fernando Uribe con la cabeza y definió Rodrigo Salinas, tras un recorte que le abrió el espacio para jalar el gatillo.
Los jarochos desperdiciaron su última ocasión, con un penal que Villalba que cantó demasiado al lado derecho, y Talavera atajó, para ilusionar más en el infierno, que tenía mucho tiempo sin gozar de esta solidez, y todavía pudo festejar un tanto más de Salinas, tras otro error de Melitón. Memo Vázquez y su equipo, vuelven a casa sin esperanza de Liguilla.
