Oaxaca de Juárez. Los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) exhortan a la población a consumir productos ricos en hierro para evitar la anemia, principalmente en los menores de edad como: mejillones, almejas, sardinas, hígado, moronga, carne de vacuno, huevo, espinacas, acelgas, habas, lentejas, garbanzo, pistachos, almendras, nueces, avellanas, hoja de rábano, cilantro, brócoli, verdolagas y pan integral.
Los SSO informan que el hierro es uno de los minerales más importantes para el correcto funcionamiento, desarrollo y crecimiento del cuerpo, su papel es esencial en la producción de hemoglobina, presente en los glóbulos rojos y mioglobina; y se encarga de transportar oxígeno a los diferentes órganos a través de la sangre, además de participar en el proceso de producción de hormonas y creación de tejidos conectivos.
Agregaron que la anemia se produce principalmente por la deficiencia de este nutriente, ante lo cual la dependencia realiza acciones de difusión, capacitación y orientación alimentaria del Plato del Bien comer, así como el fortalecimiento del programa Escuelas Saludables para incentivar el consumo de alimentos nutritivos y evitar el exceso de comida chatarra.
Advirtieron que es necesario integrar a la dieta diaria productos que contengan ácido fólico, vitamina C y algunos ácidos; se recomienda la ingesta de zumo de naranja o agua de limón a la hora de la comida -estos ayudan a absorber y a aprovechar mejor el hierro-, además de evitar los lácteos y las bebidas de color negro para reducir el riesgo de desecho de este mineral en el cuerpo.
Se estima que aproximadamente uno de cada siete niños oaxaqueños -de uno a cuatro años de edad- padecen anemia, enfermedad que de no atenderse oportunamente puede desencadenar problemas de lenguaje, en la coordinación motora y destreza.
Además de alteraciones en la condición inmunológica, cansancio crónico, daños en el desarrollo cognitivo, falta de concentración, escaso rendimiento escolar, vértigo, baja estatura y mortalidad infantil.
Por esta razón, se exhorta a las y los padres de familia a estar atentos de la alimentación de niños y niñas, y ante cualquier síntoma como falta de apetito, fatiga, palidez, dificultad para respirar, dolor de cabeza, aturdimiento, mareos o ritmo cardíaco acelerado, acudir a su unidad médica más cercana.