La Jornada.
Ciudad de México. En otros países “como Afganistán o Siria, la gente sabe a qué zonas no debe de acercarse, las zonas de guerra están delimitadas. Pero en México la zona de guerra está en todas partes, centros comerciales, parques, escuelas, hasta en la calle de nuestras casas”, afirmó Tania Valdez al inaugurar la protesta gráfica Malayerba nunca muere, en la que se exige justicia para Javier Valdez, corresponsal de La Jornada.
Durante la inaguración de la muestra integrada por fotografías y caricaturas, que se instaló frente al Teatro Lince de la Universidad Autónoma de Occidente, la hija del reporero dijo: “¡Gente, nos estamos enfermando! Peor aún, ¡nos están matando!
“Y la gente sigue inmutable, escondida, ausente, pensando: total que nos lleve a todos la chingada”.
Ante decenas de estudiantes, ciudadanos y periodistas, la hija del también escritor señaló que éste ha sido el año más duro de su vida: “han sido 12 largos meses de protestar sin parar, de enojarnos, agüitarnos e indignarnos”, ya que Javier Valdez fue asesinado el 15 de mayo de 2017.
Resaltó que el asesinato del autor de Malayerba ha dejado marcas a una gran parte de la población, ”sin embargo seguimos viviendo en un entorno que nos consume y agota cada vez más, que a uno a veces no le queda de otra más que escapar”.
Por eso dijo que es necesario “seguir indignados y dejar de normalizar tanto asesinato. En un país donde la mayoría de la sociedad deja solos a nuestros periodistas, siempre hay personas valiosas dispuestas a recordarnos que esto no ha acabado”.
